Héroes anónimos
Así como justificada y merecidamente son calificados los compatriotas residentes en el exterior que, mes a mes, envían remesas monetarias a sus familiares en Honduras, manteniendo a flote la frágil economía nacional, igualmente este calificativo debe ser aplicado a las mujeres y hombres que están haciendo frente a la actual epidemia con coraje y absoluta entrega: trabajadores de la salud y la alimentación, comunicadores, bomberos, agricultores, policías, soldados, transportistas, socorristas, vigilantes. Ellas y ellos mantienen contacto directo y permanente con quienes requieren de sus servicios.
Pese a saber que se arriesgan a infectarse con el virus del coronavirus, no vacilan en continuar sus respectivas funciones de atender, servir y auxiliar las diversas necesidades y urgencias de la población, laborando con frecuencia sin horarios de trabajo fijos, con remuneraciones salariales no siempre adecuadas a sus esfuerzos y desvelos.
Prestan servicios esenciales, claves, a fin de que la vida cotidiana, en sus múltiples facetas, pueda continuar pese a condiciones extremas, de incertidumbre, como las actuales.
Sea que laboren en solitario o en equipo, el sentido del deber y la disciplina los motiva a no claudicar para continuar en sus puestos hasta ser relevados. Poseen una ejemplificante ética del deber y del trabajo, motivados para dar lo mejor de sí mismos, olvidando los comprensibles temores y riesgos inherentes en sus labores.
En sus hogares les aguardan sus seres queridos -esposas (os), hijas (os)-, quienes añoran a sus cónyuges, padres y madres, pero también se percatan de que estamos en situación de emergencia nacional que requiere de la unidad en pos de un objetivo esencial: la supervivencia existencial, como personas y como nación.
Diario EL HERALDO reconoce y agradece los aportes y sacrificios de estos héroes anónimos, merecedores del reconocimiento, gratitud y respeto de todo un pueblo, que así como ha enfrentado guerras, huracanes, inundaciones, anteriores brotes epidémicos, también hoy mantiene la convicción que eventualmente superaremos este formidable desafío que pone a prueba nuestra capacidad y voluntad de triunfar