Trasladan reclusas para evitar pleitos en la PNFAS
Medida Las mujeres fueron sacadas de la PNFAS y trasladadas en dos autobuses bajo fuertes medidas de seguridad ante la amenaza de una nueva revuelta
Con el fin de encontrar una salida salomónica al conflicto entre dos grupos de privadas de libertad, autoridades removieron de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) a 59 reclusas y las trasladaron a otra cárcel.
Un total de 59 mujeres internas en la PNFAS y miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) fueron trasladadas la tarde de ayer hacia el Centro Penal de El Porvenir, en Francisco Morazán. El penal de El Porvenir fue construido para albergar prisioneros hombres y es la primera vez que se registra un traslado con estas características. En dos autobuses del Instituto Nacional Penitenciario (INP), resguardados por elementos de la Policía Nacional, de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y agentes del INP, salieron escoltadas de la cárcel femenina, a eso de la 1:50 de la tarde de ayer.
Las 59 convictas de la MS-13 solicitaron con carácter de urgente a organismos de derechos humanos y las propias autoridades de la PNFAS les pudieran ayudar a sacarlas de esa prisión por temor a ser asesinadas por la pandilla 18.
A punto de amotinarse de nuevo
El pánico se acrecentó entre las simpatizantes de la MS-13, después que el martes recién pasado una nueva reyerta estuvo a punto de darse entre las violentas internas de estas dos pandillas.
La medida de emergencia fue tomada luego de la masacre ocurrida la noche del sábado 23 de mayo, en el interior de ese penal, ubicado en el valle de Amarateca. Esa noche fueron asesinadas Patricia Nicolle Velásquez Zelaya (21), Lizeth Abigaíl Moreno Carranza (21), Wendy Yolanda Salinas Álvarez (21), Gilda Yaneth Ruiz (22), Karla Yoselin Vallecillo Mejía (26) y Margarita Elizabeth Gómez Díaz (41),
829 mujeres están recluidas en la PNFAS, gran parte de ellas pertenecen a la pandilla 18 y Mara Salvatrucha.
todas miembros de la Mara Salvatrucha. Algunas de las mujeres realizaron el viaje en compañía de sus hijos, pues varias de las simpatizantes de esta pandilla tenían a sus vástagos viviendo junto con ellas.
Seguido de los dos autobuses iba una volqueta propiedad de la Policía Nacional cargada con las colchonetas en las que duermen las presas, entre otros artículos que habían adquirido durante sus años en prisión.
Las autoridades del sistema penitenciario no se manifestaron al respecto de cuánto tiempo estará este grupo de convictas en ese presidio o si será de manera definitiva