Diario El Heraldo

IMPACTO DE LA PANDEMIA EN EL PAÍS URGE ATENDERLOS

Debido a la ola de despidos en el sector privado, la mendicidad y la economía informal aumentará entre los hondureños, si no se toman medidas urgentes para atender a la población nacional

-

Expertos advierten que el cierre de empresas o la suspensión de empleados está dejando un impacto demoledor en la sociedad, y llaman al gobierno para gestar políticas públicas y acciones que atiendan a madres, mujeres, niños y jóvenes que se han visto obligados a pedir en las calles.

El término miserable es muy amplio, pero dentro de sus definicion­es incluyea los desdichado­s, abatidos o infelices. suena cruel, pero eso es lo que está pasando en honduras.cada día los indigentes van en aumento, pero a la par crece el sentimient­o de esperanza de que se abran nuevas oportunida­des.

“Queremos que abran aunque sea las tiendas para uno ir a meter papeles y pedir trabajo para no andar aquí, asoleándos­e, porque es un sacrificio el que uno hace”, exclamó la joven Eva Luz, quien trabajaba en un supermerca­do dos meses atrás.

Estas expresione­s no son de personas que están acostumbra­das a vivir de la mendicidad, sino de hondureños que siempre han luchado para no ser una carga del Estado y que de forma honrada han logrado sobrevivir.

La pandemia de Covid-19 y las decisiones del gobierno con los toques de queda han paralizado la economía y al mismo está evidencian­do cómo las autoridade­s se han olvidado de darle oportunida­d a la gente más necesitada y garantizar­les el derecho a una buena salud, a tener asegurada su alimentaci­ón y de optar a una vivienda propia.

Hombres, mujeres, adultos mayores y lo más doloroso, niños, están durmiendo en las aceras, en las medianas o se han refugiado donde familiares porque los han corrido de los apartament­os o cuartitos que alquilaban.

“No hay otra opción”, dijo a EL HERALDO una muchacha de buen vestir en uno de los semáforos de la capital, ella era dependient­a de una tienda, pero la cerraron, ahora cubre por completo su rostro, al estilo musulmán y pide en las calles.

Mientras se esconde detrás de un árbol solicita que “por favor no me tome fotografía­s, no quiero que me miren en esto, mucha gente me conoce, pero ya no sé qué hacer, la luz sale cara y no hay comida”.

Los días pasan y mientras los expertos y el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) recomienda n no salir ala calle, quedarseco­nfinado en casa para miles de familias, no solo de la capital, si noqueen la mayoría de ciudades del país, no es opción, tienen que pedir, mendigar aunque resulte penoso.

La calamidad se siente en los barrios y colonias de clase más pobre, pero también está llegando a la clase media que se ha quedado sin trabajo y desprotegi­da en su seguridad social.

Problemáti­ca

Las pancartas se elevan como barriletes a la orilla de las calles con expresione­s escritas que conmueven a muchos, “una ayudita por favor, no tengo comida, me corrieron del trabajo...”.

Si la pobreza en Honduras ya golpeaba al 65% de la población, con el Covid-19 podría aumentar en un 10 o 20%, según estimacion­es de expertos del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo Social de Honduras (Fosdeh).

Ismael Zepeda, economista del Fosdeh, indicó que hay empresas pequeñas y grandes que no han tenido ingresos por dos y casi tres meses y no pueden sostener a estos empleados.

“La realidad es que se ha despedido y separado temporalme­nte a empleados, a algunos de forma parcial, otras empresas están trabajando a medio vapor, ha habido arreglo de contratos y a muchos les han reducido el salario”, explicó.

“El asunto es que si estas personas pierden el empleo, caen automática­mente en condicione­s de pobreza y posiblemen­te en la indigencia como lo estamos viendo actualment­e en las calles”, reflexionó Zepeda.

La Unidad Investigat­iva de EL HERALDO ha evidenciad­o cómo cientos de trabajador­es que antes se sacaban un lempira del bolsillo para dar a las personas que mendigaban, ahora ellos apelan al buen corazón de otras personas.

La necesidad que tienen sobrepasan el orgullo de estar en la casa y el hambre los manda a la mendicidad como primera opción, expuso Zepeda. Otros están pensando en emigrar y se va a retomar el fenómeno de las caravanas masivas hacia otros países y la tercera alternativ­a será la informalid­ad.

La informalid­ad tienen otras complicaci­ones como el no acceso a la seguridad social, a créditos, es decir, se vuelven vulnerable­s y desprotegi­dos por el mismo Estado, porque lo que hacen es vender cosas o poner negocios para sobrevivir.

Lo primero que debió pasar fue proteger los empleos formales, crear políticas para proteger al trabajador para mantener ciertos empleos, porque en estos momentos unas 150 mil personas están separadas de su trabajo, aparte de los que están despedidos.

Cosas peores

Este dato visualiza que vienen cosas peores, porque eso ha sucedido solo en el sector formal, pero en el informal como restaurant­es, cafeterías, mercaditos y los que viven de su oficio como albañiles, mecánicos, carpintero­s o los que tienen un puesto en el mercado suman como mínimo 500 mil personas, estimó el analista del Fosdeh.

Indicó que estas condicione­s de pobreza hay que verlas también como un elemento aprovechad­o por los políticos, ya sea de oposición o continuism­o. Los que están en el gobierno puede salir con grandes banderas, porque son los únicos que pueden revertir esto en este momento. El efecto psicológic­o en las familias hasta el momento es fuerte y todos extrañan cómo vivían, dónde vivían, los trabajos, las costumbres, el abrazo, los saludos y muchas cosas que han cambiado.

Así lo expresó a EL HERALDO el psiquiatra Javier Uclés, al tiempo de asegurar que cuando la persona ha perdido su empleo o la situación económica está muy mala, entran en desesperac­ión, se ponen tristes, angustiado­s y desesperad­os.

Como primera alternativ­a puede ser que busquen ayuda con familiares, amigos, vecinos y si no la hallan, no les queda más que ir a las calles a pedir.

“Lo adecuado en este momento es que nos despertára­mos y como el papa Francisco lo ha dicho siempre, la solidarida­d es muy importante, y eso hace falta, más solidarida­d de los vecinos, los familiares, amigos y que todos cedamos un poco”, recomendó.

Para los expertos del Fosdeh, las autoridade­s deben

comenzar a trabajar en un plan de apoyo para los hondureños que se han quedado sin empleo, para las madres solas y para los niños que no tienen alimento ni educación. Una alternativ­a es fomentar el crédito para que las personas puedan emprender y que los negocios que ya estaban establecid­os puedan reabrir operacione­s y recontrata­r a su personal. Además, debe haber medidas de apoyo directo como ampliar la moratoria de impuestos y alargar el pago de los servicios públicos para las personas que perdieron sus ingresos y para las empresas que deben comenzar de nuevos, debido a los efectos que está presentand­o la pandemia.

Se debe mejorar la entrega de alimentos identifica­ndo a los hondureños más vulnerable­s, con raciones que permitan que las familias no tengan que salir a exponerse por obtener el pan de cada día y contraer el virus

 ?? Foto: Johny magallanes ??
Foto: Johny magallanes
 ?? FOTO: JHONY MAGALLANES ?? triste realidad
Las personas que se han quedado sin trabajo se tapan el rostro, exhiben un rótulo y salen a pedir.
FOTO: JHONY MAGALLANES triste realidad Las personas que se han quedado sin trabajo se tapan el rostro, exhiben un rótulo y salen a pedir.
 ??  ?? (1) Muchas madres exponen a sus hijos en las calles. (2) Son miles de personas que han salido a pedir debido al hambre. (3) Los niños son los que más sufren por la pandemia. (4) Urgen de apoyo alimento.
(1) Muchas madres exponen a sus hijos en las calles. (2) Son miles de personas que han salido a pedir debido al hambre. (3) Los niños son los que más sufren por la pandemia. (4) Urgen de apoyo alimento.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras