Taiwán solidaria con Honduras

Nuevamente, la fraterna república insular asiática ha estado presta a brindar la amplia experiencia sanitaria acumulada, además de significativas ayudas en materiales y equipos a otros países del mundo, incluyendo el nuestro. Tal como afirma su vicepresidente, el epidemiólogo Chen Chien-jen: “Taiwán puede ayudar” y lo está haciendo de manera tan efectiva que su oportuna colaboración ha merecido reconocimiento planetario, y varios gobiernos le han manifestado su respaldo para que pueda reincorporarse, como observadora, a la próxima Asamblea Mundial de la Salud. Taiwán hoy constituye un modelo sanitario que inspira al mundo, siendo uno de los primeros países en advertir al mundo acerca del coronavirus. Un conjunto de factores explican el éxito sanitario de Taiwán: su sistema democrático, con un gobierno presidido por la presidenta Tsai Ing-wen, que da la bienvenida a la participación y escrutinio ciudadano, siendo el segundo país asiático con mayor libertad de prensa y con un elevado índice de desarrollo humano. El actual régimen taiwanés mantiene una política informativa transparente y puntual y su política exterior se está proyectando a nivel mundial, vía su solidaridad con la comunidad mundial, independientemente si mantienen o no relaciones diplomáticas con Taipéi. Hoy, Taiwán es uno de los principales fabricantes de equipos y tecnologías hospitalarias, los cuales ha donado a muchos países, incluyendo Honduras, que ha recibido, hasta ahora, masivas cantidades de pruebas de laboratorio, mascarillas, ventiladores, donaciones en efectivo y próxima asesoría de médicos taiwaneses a sus colegas hondureños en estrategias de combate al Covid-19, ya que “ningún país puede, por sí solo, combatirlo”.

Así, nuevamente, Taiwán dice presente en circunstancias tan dramáticas como las actuales, reforzando cualitativa y cuantitativamente las excelentes relaciones bilaterales hondureñotaiwaneses, que comprometen a nuestra nación a brindarle irrestricto apoyo en su noble aspiración por eventualmente ser miembro con pleno derecho de la Organización Mundial de la Salud