Remedios jurídicos (I)
Esta crisis planetaria se ha encargado de reducir el tráfico del diario vivir, poniendo en cuarentena a una gran parte de la población mundial y ha propiciado el nacimiento de una nueva normalidad. En Honduras todos los sectores productivos, educativos y recreativos han tenido que limitar sus operaciones, incluso en algunos casos han llegado al extremo de suspender de manera completa sus actividades. Esta pausa ha sido necesaria, diría yo imperativa porque salva muchas vidas. A pesar de haberse frenado el tren de lo que antes conocíamos como vida diaria, muchos de los vagones de ese tren en su interior siguen con actividad remota. No podemos desconocer que aun y con el encierro total en algunas ciudades y parcial en otros municipios, la rueda de los hechos y actos jurídicos ha seguido funcionando. Sin salir de casa muchos actos entre personas se han realizado, la vida aun en el encierro ha continuado desarrollándose. Las relaciones familiares, mercantiles, laborales, civiles y administrativas han estado llevándose a cabo. Nuevos conflictos han nacido y otros han estallado. Por ende, han surgido actuaciones que desencadenan un efecto jurídico. Sin embargo, con plazos suspendidos y oficinas medio abiertas en los juzgados y tribunales, los negocios jurídicos a resolver no han cesado. En materia penal, la casuística se ha evacuado a medio vapor, prestando atención a lo asuntos urgentes y necesarios. Desahogando denuncias de violencia doméstica, instrucción a detenidos, audiencias de imputado, revisión de medidas cautelares, etcétera. En resumen, la impartición y necesidad de justicia no ha parado pero se ha visto severamente limitada. La tónica de limitar los derechos fundamentales sin duda continuara aun y cuando se levante la cuarentena. En este mismo instante, las personas necesitan remedios jurídicos y poscovid, también urgirán de que el martillo caiga sobre sus problemas jurídicos, por lo que los juzgadores no darán abasto ante muchos trámites que inundarán los tribunales de la república y que sin duda necesitarán una pronta resolución.
Edwin Alvarenga
ABOGADO