A sus 103 años, doña Ventura está fuerte como roble
Longevidad Un ramillete de hijos y nietos pasan pendientes del bienestar de doña “Tita”, como le dicen con cariño
El pasado 15 de julio la matriarca de la familia Cantarero arribó a sus 103 años de edad.
Llegar a esta longeva edad, y en plena crisis sanitaria, ha sido una bendición para doña Ventura Cantarero, pues se encuentra tan fuerte como un roble, lúcida y con ganas de vivir.
“Yo me siento feliz, porque llegar a estos años y le doy gracias a Dios porque me ha dado mucho tiempo de vida, porque el Señor me tiene con vida”, afirmó con alegría.
La receta para llegar a esta edad es una constante pregunta que sus vecinos, amigos, hijos y nietos le formulan sin cesar.
Su respuesta es sencilla y llena de fe. Dice que cada día se encomienda a Dios para enfrentarlos con ánimo.
Sus ojos han sido testigos de un siglo de acontecimientos importantes en el país, por ejemplo, recuerda con exactitud la guerra entre El Salvador y Honduras en 1969.
Nunca olvidará el daño que dejó al país el paso del huracán Fifí en 1974 y también la dictadura de Tiburcio Carías Andino.
Ahora doña Ventura permanece en su hogar, respetando el confinamiento y sigue a través de los medios de comunicación cómo se desarrolla la pandemia de covid-19 en el mundo.
Con fe y confianza la longeva mujer, residente desde hace más de medio siglo en la colonia Monseñor Fiallos de Comayagüela, comentó que con todo lo que ha vivido lo único que pide es fortaleza a Dios para seguir adelante