Para los apologetas
A los apologetas que escriben en este rotativo, estos que son los autores de cartas que ilustran con algunos puntos particulares, aunque no tratan temas de la doctrina cristiana o de orden práctico religioso como lo sabían hacer los padres apologetas del siglo I, tales son: Hermes, Ignacio de Antioquia y Policarpo, a ustedes escritores que con tan buena letra y buen hilo conductor probablemente exponen, proponen, critican, acusan, dedican, desprecian, redimen, refutan lo que consideran que es la realidad hondureña, los felicito en estas fiestas navideñas y les deseo siguan impresionándome con la forma que hacen uso del Logos (la palabra en cuanto meditada, reflexionada o razonada. Puede traducirse de distintas formas: habla, palabra, razonamiento, argumentación, discurso o instrucción), que es la potencia racional y la esencia compuesta de varias partes, que también es clara, segura. También considerado el cauce de la creación de lo que hay en el mundo como son las cosas, a ustedes escritores que consideran exponer los criterios de sus interpretaciones con valor artístico muy grande en cada diálogo suyo es obra no solo de pensamiento, sino también de la poesía.
Pero no se puede pretender que casi todos los diálogos alcancen el mismo nivel artístico, el uso de expresiones peculiares, palabras u opiniones que se amontonan en sus propias lógicas, gracias porque han sido capaces de iluminar más vivamente algún problema fundamental de esta generación, ustedes que son fuente de datos y que hacen público un inteligente análisis cuya ayuda es indispensable con su intento intelectual.
Muchos de ustedes están aportándole a la historia es seguro que alguien en su presente tropezará con sus letras y los traerá del pasado y los hará presentes a través de citas con el objeto específico de investigar de cualquier tesis y de defenderla. Cada discurso se dirige a un auditorio, que es el fin del discurso mismo.
LICENCIADO EN PERIODISMO