Olimpia toma ventaja y se acerca a la final contra Marathón
Est. Nacional Los Albos sentenciaron el juego en el primer tiempo con tantos de Bengtson, Eddie y un autogol de Santos. Un penal de Rubilio Castillo metió al Azul a la llave
Fue sonar la ocarina y montar el festín para un León que arrolló a las Águilas en el primer tiempo y supo aguantar en entusiasmo azul en el segundo acto para pegar primero en la ida de la final de la liguilla. Tres zarpazos antes de irse a los vestuarios y victoria 3-1 de un Olimpia que deja encaminado el boleto a la finalísima ante un Motagua que regaló 45 minutos.
Si la previa hacía presagiar un partido apretado, el primer tiempo se encargó de desbaratar esos pronósticos. Y es que en el verde césped del Nacional se vieron dos caras muy distintas en el primer round de la batalla: Motagua salió a echar la siesta y Olimpia a montar la fiesta.
El León de Pedro Troglio se fue 3-0 arriba a los vestuarios y bien se pudo ir con un gol más de ventaja. El arranque fue un auténtico festín para un Olimpia que solo esperó a escuchar la ocarina de óscar Moncada para empezar con su chonguengue.
Tras la pérdida de Kevin López y el robo del Patón, Edwin Rodríguez la levantó para que Jerry Bengtson dejara parado a Rougier con un certero testazo. El enmascarado ponía su sello. El 1-0 abría la lata y le mostraba a Olimpia la forma de hacerle daño a su rival: los balones aéreos buscando a sus dos puntas.
Así nació el segundo, a los 18, cuando Eddie Hernández prendió de primera un rebote de Edwin (era mano ofensiva) para firmar el 2-0. El Mimado estaba anestesiado y la sustitución de Jonathan Núñez, a los 33, así lo dejaba muy claro.
Un descuento para soñar
Edrick Menjívar apenas se tenía que ensuciarse para detener tibios remates de media distancia. Cantado, el tercero llegó al filo descanso. Si Eddie perdonó rematando al vertical (27), Marcelo Santos resumió la oscura noche del Azul mandando la pelota hacia su propio marco en otro centro a la olla de Jonathan Paz
(3-0, a los 43 minutos).
¿Reaccionaría el Azul en el complemento? Por lo menos, en el propio reinicio sí lo haría. Rápido, a los 46, se encontró con el descuento. Maylor metió la mano y Rubilio no falló desde el manchón penal para firmar el 3-1 (47).
El mimado reencontró su sangre y tuvo para meterse más a la serie. Edrick frenó un bombazo de Gonzalo Klusener, rechazó otro de Sergio Peña y tuvo suerte en el contrarremate afuera de Kevin López.
Olimpia puso un pie en la finalísima. Si quiere impedirlo, Motagua deberá ganar por tres de diferencia el domingo...