Como presidente, Trump se despide del muro fronterizo
El mandatario presume de una “promesa cumplida”, pero para muchos fue solo un espejismo
Donald Trump dedicó ayer su última visita como presidente al muro “antimigrante” que había prometido erigir en 2016 en la frontera sur de Estados Unidos. Aunque él presume de una “promesa cumplida”, la realidad es un tanto distinta.
“Voy a construir el muro más grande que jamás hayáis visto. Será un muro de Trump, un muro magnífico”, aseguró el magnate inmobiliario durante la campaña presidencial de 2016.
La barrera, a lo largo de los 3,200 kilómetros de frontera con México, tenía por objeto proteger al país de los migrantes ilegales, los delincuentes y los narcotraficantes, dijo.
México “pagará el muro, 100%”, aunque los mexicanos “no lo sepan todavía”, prometió.
Parcialmente cumplida
“Promesa hecha, promesa cumplida”, dijo la Casa Blanca este martes mientras Donald Trump viajaba a Texas para celebrar la finalización de más de 700 kilómetros del muro.
Pero un tercio de la frontera ya tenía un muro o barrera antes de que Trump llegara al poder. Los avances son principalmente mejoras o refuerzos de estructuras existentes.
Las autoridades no han dado detalles pero, según los medios estadounidenses, solo unos 20 kilómetros serían nuevas construcciones.
De hecho, extender el muro es más complejo, porque es necesario recuperar terrenos que generalmente pertenecen a entidades privadas, lo que constituye un rompecabezas legal