El “león” acaricia la copa...
Un gran segundo tiempo, en donde llegaron los goles de Eddie Hernández y Jerry Bengtson, dejó a Olimpia a tiro de la 32. El domingo es la vuelta y Marathón está obligado a remontar en la caldera del diablo en San Pedro Sula.
Movidos los peones, el equipo de Pedro Troglio se sacudió la modorra para imponerse con todos los honores en la ida de la finalísima del Apertura, que se definirá en la caldera del diablo el próximo domingo en el Yankel Rosenthal...
Gracias a un complemento de 10 puntos, el León se aferró a la certeza de sus guerreros ofensivos para empezar a desnivelar una serie dura: Eddie Hernández y Jerry Bengtson mojaron en el momento justo.
De menos a más...
El Verde, que no dejó la categoría empolvándose en el rodo pero, le mostró la cara al León. No arrugó. El circuito formado por Marlon Ramírez (lo que hacía sufrir a Javier Portillo en defensa), Edwin Solano, Kervin Arriaga y Bruno Volpi transmitía peligro cada vez que miraban espacios vacíos. Y lo que se comía el pintado Arriaga al minuto 21 era increíble: recibió de Volpi y le sacó el alma a los olimpistas con un cajonazo casi perfecto que se fue a estrellar al poste que detiene la red.
Marathón se sentía cómodo, sobre todo porque los enanos olimpistas aparecían a cuentagotas: José Mario Pinto (al final fue titular después que en la previa se había informaque padecía un esguince de tobillo), Alejandro Reyes (inusual titular, de opaco partido) y Edwin Rodríguez no producían el caudal ofensivo que deseaba Pedro Troglio, que miraba desde el banquillo cómo Mathías Techera sacaba todo lo que llegaba al área verde. Lo más peligroso del equipo blanco llegaba (¿cuándo no?) en las piernas de Rodríguez: un remate mordido al 9 y un zurdazo rasante que se fue levemente desviado al 29.
Pero el complemento desveló a otro Olimpia: German Mejía por Alejandro Reyes y Samuel Córdoba por Javier Portillo nublaron las ideas del
Monstruo, que regaló el campo a su enemigo y empezó a sufrir. Rápido, en la primera bajada, un centro exquisito del Chama encontró la técnica suculenta de Eddiegol, el bombardero del Aguán que paró con derecha y cruzó de zurda a Denovan Torres, el buen portero verde que le tapó un cabezazo a Eddie en la siguiente jugada.
Pero el Monstruo no se encontraba, empezaba a caminar y Jerry Bengtson lo liquidó con la serenidad de su definición (rasante, sutil, perfecto, al 70).
Bien anulado estuvo el gol de Jonathan Paz y Héctor Vargas mandó un mensaje: “Ganamos los partidos que importan y el último partido es el domingo a las 11:00 de la mañana”.
¡A las 11:00! Buen provecho, amigos. En el Yankel Rosenthal se finiquitará la suerte de uno de los torneos más largos del mundo... un torneo que se definirá en una caldera