Taxistas quieren andar normales en tiempos del covid
Operativos En el IHTT reciben en promedio hasta cinco denuncias al día de usuarios que se quejan de que en las unidades no se respetan medidas sanitarias. Hay más de 1,200 conductores pendientes de pruebas PRC
Un numeroso grupo de taxistas fue protagonista del tráfico vial que se vivió ayer en varias zonas de la capital.
Los conductores de unos 50 puntos de taxis colectivos suspendieron el servicio para hacer plantones y una caravana, debido a las constantes multas que han recibido por aumentar el pasaje y no respetar las medidas de bioseguridad.
“Nosotros estamos protestando por la persecución que hay con el sector taxi, pero los VIP y los buses ‘brujos’ van llenos y nadie les dice nada”, expresó Pedro Gómez, presidente de la Asociación Interdepartamental de Puntos de Taxis (Aiterpt).
Los ruleteros atravesaron sus unidades en las vías, se estacionaron en las orillas de bulevares como el Centroamérica y Suyapa, el centro de la ciudad y en barrios y colonias. Una gran cantidad de unidades se apostó en el bulevar Juan Pablo II, donde están las oficinas del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT).
“Nosotros lo que le decimos al pasajero es que si quiere ir cómodo, es problema de él y si quiere pagar los 20 lempiras, pero si no nosotros montamos a los cuatro y pagan 15 lempiras”, explicó Gómez. No obstante, el Sistema Nacional de Riesgos (Sinager) mantiene en vigencia la medida de circulación con tres pasajeros y de ahí deriva la primera violación a la normativa sanitaria.
Desde que se habilitó al transporte público para trabajar en la pandemia, el IHTT ha multado a 900 conductores por irrespetar las normas de bioseguridad y aumentar el pasaje.
Los protocolos de bioseguridad que deben aplicar los operarios del transporte solo se hicieron durante los primeros días. En la actualidad se pueden observar buses repletos en horas de la tarde cuando las personas regresan de los centros de tra- bajo a sus hogares.
“A ellos les vale las medidas, el otro día en un bus se subió un hombre sin mascarilla y no le dijeron nada, fue la demás gente la que comenzó a gritarle que lo bajaran, hasta que se bajó”, relató una usuaria.
Operativos de control
Para garantizar que las medidas de bioseguridad se cumplan en el transporte público, las autoridades que rigen este servicio realizan operativos de forma permanente en la capital.
Los inspectores del IHTT, Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) y de la Fuerza Nacional de Seguridad al Transporte Urbano (FNSTU) mantienen operativos fijos, móviles y atienden las denuncias de la población.
Según las autoridades del IHTT, al día se reciben un promedio de cinco denuncias de usuarios que reclaman por el irrespeto a las medidas de bioseguridad y el aumento al pasaje.
“Los taxis solo pueden trasladar a tres pasajeros y no se ha autorizado ningún tipo de aumento al pasaje”, insistió Jorge Andino, vocero del IHTT.
La multa por incrementar el costo del pasaje es de 2,000 lempiras, pero si el conductor reincide esta sanción aumenta a los 3,500 lempiras.
En el caso de los conductores que irrespetan las medidas de bioseguridad se aplica una multa de 1,500 lempiras. Los operativos seguirán en toda la ciudad para evitar los contagios en el transporte urbano.
Alto riesgo a bordo
Según las autoridades de Salud, el transporte público es uno de los espacios de alto riesgo de contagio de covid-19 debido al movimiento de personas que suben y bajan de las unidades.
Han pasado cinco meses desde que se reactivó con pocas unidades el servicio de transporte y en la actualidad lo brinda más del 70% de la flota global.
Para mantener control de los conductores las autoridades realizaron un tamizaje a 600 trabajadores del volante, de los cuales el 15% dio positivo, equivalentes a 90.
Aún hay más de 1,200 conductores pendientes de aplicar pruebas PRC, labor que se hará en los próximos días.
“No se están respetando las medidas que dio Sinager con la capacidad de pasajeros. No pueden ir amontonados, ¿qué sentido tiene esto? Ya que los casos van en aumento”, expresó Harry Bock, jefe de la Región Metropolitana de Salud