LA 32 YA ES PARTE DE LA COLECCIÓN BLANCA
Estadio Yankel Rosenthal Un gol de Yusting Arboleda, al 74, sentenció un juego en el que Olimpia sufrió muy poco. El equipo de Pedro Troglio se coronó bicampeón y va por el tri
El “Nosotros somos los campeones” de Queen acariciaba el tímpano, el cetro en las manos de Ever iluminaba los ojos del olimpismo y el grito de campeón se apoderaba del mundo albo con la conquista de la copa número 32. La trigésima segunda estrella llegó a las vitrinas blancas. Se firmó en el Yankel y se celebró en varios rincones del país (incluido Quioto en el bulevar Morazán de la capital).
Allí en donde miles de hinchas vieron cómo su equipo explotaba de júbilo en la propia casa del Monstruo, con un incontestable 1-0 (3-0 global).
Ahí en donde, tras el último pitazo de Héctor Rodríguez, el Rey de Copas se embriagó de felicidad. Troglio abrazaba a cada uno de sus muchachos, Deybi caminaba de rodillas hasta el mediocampo y todos los olimpistas dibujaban una sonrisa. Claro, la afición en el estadio se echó de menos.
Para que la acuña apriete...
Desde Pedro hasta cada uno de los jugadores, todos querían una foto con ese galardón que fue conquistado con colmillo y merecimiento. Y es que el
1-0 de ayer sintetizó la superioridad de un campeón que puso la lápida con la cabeza del estandarte de la última coronación de Marathón: Yusting Arboleda. Llegado del banco, el colombiano se levantó como tantas veces lo hizo vestido de verde y cabeceó ante la mala salida de Denovan para ratificar el título del Olimpia (74). Con solo 18 minutos por jugar, la historia estaba liquidada a favor de un equipo que había sacudido el horizontal en el 18 con Eddie Hernández.
Pocos avisos del Monstruo
Olimpia jugó a su antojo en un medio de un clima fresco y en un partido en el que solo tuvo tres episodios de fatiga. Pero allí tuvo a Edrick Menjívar. El meta desvió un cabezazo de Banegas, sacó un tiro libre de Arriaga y un minuto después vio cómo el propio Kervin cabeceó pegado al vertical derecho. Estas, más el anecdótico cabezazo de Solano en el final, fueron las únicas muestras de rebeldía de un Marathón que fue superado por un equipo que ya es bicampeón y que queda a tiro del tri. La 32 es una realidad. ¡Salud! Celebren olimpistas...