COMPATRIOTAS OLVIDADOS: CONFUCIO MONTES DE OCA
HISTORIA Considerado junto a Pablo Zelaya Sierra como los fundadores de la plástica hondureña del siglo XX, el artista destacó por su estilo independiente y original
Hondureños y hondureñas de mérito con frecuencia pasan ignorados por la actual generación, pese a haber destacado en su época ya sea en las ciencias, las artes, el activismo social y los deportes.
Uno de ellos es Confucio Montes de Oca, nacido en La Ceiba, 1896, hijo del español Miguel Montes de Oca y Josefa Acosta. Su padre llegó a Centroamérica con una compañía teatral, recorriendo ciudades en que representaban comedias y dramas. Durante el gobierno de Miguel R. Dávila le fueron asignados cien pesos “por una sola vez, para la instalación del teatro en que la compañía infantil líricodramática que ha organizado el Sr. Montes de Oca dará sus funciones y la de 50 pesos por cada función que dé los domingos, durante el término de tres meses…” (La Gaceta, 4 enero 1908).
Eventualmente se radicó en La Ceiba, entonces la urbe más cosmopolita del país, poblada por olanchanos, garífunas, jamaiquinos, árabes, franceses, italianos, estadounidenses y españoles, atraídos por el auge comercial derivado de la actividad bananera.
Con su esposa procreó varias hijas e hijos, entre ellos el dirigente obrero Zoroastro, de oficio carpintero y militante en el Partido Comunista, organizador de protestas proletarias durante la década de los novecientos veinte y principios de los treinta. Al llegar Carías al poder prohibió y reprimió sindicatos. Su hermano Confucio, pintor y escritor, autor de un libro inédito extraviado en Europa, pero del cual se publicaron algunos capítulos en periódicos ceibeños, fue becado por el gobierno de López Gutiérrez para perfeccionar sus conocimientos. Se marchó a Francia en 1919, a los pocos meses el subsidio le fue retirado, por lo que soportó hambre y soledad. Pese a ello, logró precariamente subsistir, estudiando y creando obras pictóricas de mérito, visitando además Italia. El crítico François Nivel escribió: “He aquí un pintor de talento personal y vigoroso; sus obras, de un acento único, llevan el sello de una ardiente y bella energía. Contemplad su admirable Herrero (hoy conocido como ‘El Forjador’) tan vigorosamente ejecutado. ¡Qué expresivo realismo se desprende de esta obra en la que la sencillez de composición y la precisión del movimiento revelan las altas cualidades del pintor! En una reciente exposición, he visto obras suyas, particularmente dos paisajes que me han atraído irresistiblemente: ¡qué encanto evocador en esa vieja calle de Roma y de la campiña romana! Las cálidas cualidades de la luz están allí admirablemente expresadas; toda el alma ardiente del pintor canta y vibra en ella”.
“Confucio Montes de Oca es un gran artista independiente, original, que sigue con sinceridad su propio temperamento, y que, por la libertad de su técnica, arma con fuerza su pintura y le da vívido relieve. Este joven artista, nacido en Honduras, fue iniciado en el arte desde la infancia por su padre… quien le inculcó los mejores principios… En Francia trabajó con el profesor Delecluse y con Castellucho. Confucio Montes de Oca es, al mismo tiempo, literato distinguido. Este artista posee plenas dotes eclécticas que le aseguran para el porvenir un puesto preponderante en el dominio del arte” (Revue de Varié et du Beau-paris, 7 de junio de 1926. Reproducido en El Heraldo de La Ceiba, no. 25, p. 2),
Retornó a La Ceiba en 1925, falleciendo a los pocos meses de su regreso, víctima de tuberculosis. Junto a Pablo Zelaya Sierra son considerados los fundadores de la plástica hondureña del siglo XX.
Las pinturas de Montes de Oca se encuentran dispersas en colecciones privadas dentro y fuera del país, sus escritos parcialmente publicados en revistas y periódicos ceibeños revelan una prosa fuerte, expresiva, impregnada de angustia existencial