Fracaso del Plan Alianza para la Prosperidad
El Plan Alianza para la Prosperidad (PAP) no logró su objetivo central de frenar la migración de los ciudadanos del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) hacia los Estados Unidos de América (EE UU).
Dicho Plan fue elaborado a raíz de que en junio del 2014 se declaró una crisis humanitaria en la frontera sur de EE UU por el considerable aumento de niños migrantes sin acompañante. El Plan, que fue auspiciado por el gobierno estadounidense, se consolidó en marzo del 2015 con la visita a Guatemala del entonces vicepresidente de dicha nación, Joe Biden; sin embargo, el 8 de octubre de 2019, siendo ya presidente de EE UU Donald Trump, se reconoció el fracaso del PAP y fue calificado como “un parche de corto plazo”; anunciando nueve días después (17/10/2019) que el mismo sería reemplazado por el plan América Crece.
El PAP que involucraba a los tres países del Triángulo Norte ya mencionados, “se basaba en cuatro ejes fundamentales: dinamizar el sector productivo, desarrollo de capital humano, mejorar la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia y el fortalecimiento de las instituciones”.
¿Por qué fracasó el PAP? Las razones son diversas, pero la principal consiste en que se esperaba financiarlo con un 80% de recursos de los tres países centroamericanos aludidos, los cuales en realidad padecían de grandes limitaciones financieras. Además, el Plan nació sin participación de la sociedad civil y sin la presencia de los migrantes; tampoco se consultó a las organizaciones de los trabajadores y campesinos, mucho menos a entidades religiosas y ONG ligadas al tema.
Cabe agregar que los intereses estadounidenses no coincidían plenamente con los de los pueblos de América Central involucrados. EE UU consideraba más provechoso apoyar la inversión del sector empresarial nacional y extranjero, mientras que los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador priorizaban la inversión en “capital humano”. Pero debido a que la migración es un fenómeno complejo y “multicausal”, en el que intervienen no solo circunstancias económicas, sino también elementos psicológicos y culturales, tales como el sueño de viajar y de obtener mejores oportunidades de vida y trabajo, se torna difícil de traducirlas en eficientes políticas públicas, lo cual dificulta ligarlas al Presupuesto General de la República.
¿Qué pasará con el plan América Crece? Es casi seguro que con la llegada al poder de un nuevo presidente de los EE UU, el mismo se abandonará para darle vigencia a un nuevo plan que buscará controlar la migración hacia ese país de los ciudadanos centroamericanos, aunque posiblemente se inclinará hacia transparencia, anticorrupción y el respeto de los derechos humanos
¿Qué pasará con el plan América Crece? Es casi seguro que con la llegada al poder de un nuevo presidente de los EE UU, el mismo se abandonará para darle vigencia a un nuevo plan que buscará controlar la migración hacia ese país”.