Chequeos de rutina según la edad:
Por lo general, se recomienda que el primer control oftalmológico de rutina sea a los 4 años de edad, para descartar enfermedades oculares o la necesidad de anteojos.
En mayores de 40 años se debe hacer un control regular para descartar enfermedades oculares degenerativas o sistemáticas como la diabetes y la hipertensión arterial. Los pacientes diabéticos se deben realizar todos los años un examen de fondo de ojo dilatado para evaluar el grado de control de la enfermedad y la presencia de retinopatía diabética.
Si existen antecedentes familiares de glaucoma se deben hacer chequeos, especialmente pasados los 40 años, ya que se trata de una patología irreversible que no presenta síntomas en su etapa inicial.