El peor presidente
El New York Times ha solicitado opinión a historiadores estadounidenses respecto a cuál consideran ha sido el mandatario de peor desempeño desde la fundación de esa nación.
Todos coincidieron en designar a Trump con tan deshonrosa evaluación, quedando en segundo peor calificado a James Buchanan (1857-1861) por su inmovilismo para impedir el estallido de la Guerra Civil entre el Norte y el Sur. La historiadora Doris Kearns Goodwin opinó que es necesario transcurra una generación antes de emitir juicio valorativo.
En la historiografía hondureña existe consenso alrededor de Juan Manuel Gálvez y Ramón Villeda Morales como los gobernantes sobresalientes de nuestro siglo XX, por la obra modernizadora emprendida en lo económico y social respectivamente, sin excluir que durante ambos ocurrieron hechos que deben ser criticados.
Respecto al XIX, no ocurre unanimidad de criterios. La mayoría de colegas se inclinan por Marco Aurelio Soto (18761883), por su gestión renovadora en lo jurídico e institucional y la apertura a la inversión extranjera desde su óptica de “progreso”. José Guevara Escudero considera que la consecuencia de la Reforma Liberal hondureña resultó en hacer depender al país de un monoproducto -plata primero, bananos después- y de un mercado único comprador, con creciente dependencia de este, atrofiando la gradual diversificación económica regional.
¿Qué criterios deben emplearse para emitir criterios? Debe ubicarse al evaluado en su tiempo, contexto y circunstancias, despojándose de subjetividades que empañen el dictamen. Otros parámetros a considerarse en coyunturas de tragedia y emergencia colectiva, ¿estuvo a la altura de tales desafíos, inspirando con su liderazgo para poder remontarlas?
¿Realizó obra material de beneficio colectivo? ¿Impulsó la inversión social en educación, salud, vivienda? ¿Fue respetuoso y observante en la vigencia de los derechos huyo manos de sus compatriotas? ¿Logró preservar la soberanía, honor y dignidad nacional o permitió la injerencia foránea en nuestros asuntos internos por parte de gobiernos extranjeros? ¿Respetó el equilibrio e igualdad entre los poderes estatales o concentró en el Ejecutivo autoridad, competencias e iniciativas más allá de sus atribuciones constitucionales?
¿Supo nombrar en puestos administrativos a funcionarios honestos, capaces, íntegros? ¿Fue transparente en su rendimiento de cuentas y actuaciones o, contrario sensu, ocultó o deformó la realidad bajo el manto de la secretividad, so pretexto de comprometer la seguridad nacional?
¿Podría alguno de nuestros presidentes ser calificado de estadista? La historia absolverá o condenara, según sea el caso
En la historiografía hondureña existe consenso alrededor de Juan Manuel Gálvez y Ramón Villeda Morales como los gobernantes sobresalientes de nuestro siglo XX”.