“Ella me sanó, tenía mi cuerpo inflamado”
Su viaje inició desde las 5:00 de la mañana. Tras cuatro horas de camino llegó a la Basílica Menor de Suyapa y al ingresar su primera acción fue postrarse ante el altar de la Morenita.
Don Trinidad Pereira y su esposa Rafaela Alvarado son de San Francisco, Loma Larga, Comayagua, y para movilizarse tuvieron que caminar una hora y media, más las horas en transporte, con tal de rendirle gratitud a la Virgen. La señora Rafaela tiene 54 años de edad y no duda de la fidelidad que le profesa a la Virgen por todas las peticiones que le ha concedido. “Ella me sanó, yo tenía mi cuerpo inflamado, yo le pedí a ella con el corazón que me sanara porque es la intercesora, me sanó y me siento bien”, contó con agradecimiento Alvarado.
Doña Rafaela aseguró que siempre hace lo posible por venir a ver a la Virgencita y cuando no puede le enciende una vela en la iglesia de su comunidad. Su esposo Trinidad, de 60 años, dijo sentirse “gozoso y con la necesidad de visitar a su Madre Santísima”.