“Ella ha sanado a nuestra familia”
y Graciela Cerrato son dos hermanas que desde niñas caminaban desde el Hospital Escuela para acudir a los brazos de su madre celestial.
“Siempre hemos venido y hoy más que nunca acudimos a visitarla, porque ella ha sanado nuestra familia del virus (covid-19)”, expresó doña Graciela mientras limpiaba con su mano las lágrimas que rodaron por su rostro y pedía con fe que la pandemia
termine pronto.
Las hermanas recuerdan cómo se admiraban de la majestuosidad de la Reina de Honduras cuando la conocieron de pequeñas y se sienten dichosas de que a sus más de 70 años siguen sintiendo la misma admiración.
“En mi cumpleaños me regalaron flores, pero yo se las quiero dar a mi madre celestial, porque ella nos ha mantenido sanas, mi familia se ha recuperado y vencido la enfermedad, eso es lo que más agradecemos”, expresó María mientras contemplaba la imagen de Suyapa.