Nueva filosofía policial
En el mundo se han producido grandes transformaciones en la percepción de la seguridad, lo cual ha obligado a las instituciones policiales a hacer cambios drásticos en su actuación policial. La Policía Nacional de Honduras no se queda atrás, hubo, para bien, vertiginosos cambios, y como resultado de ello se implementa el “Modelo Nacional de Servicio de Policía Comunitaria, el cual corresponde a una filosofía de actuación policial dirigida al acercamiento con la comunidad, teniendo como sustento la identificación, análisis, priorización, focalización y tratamiento integral de los factores que generan violencia e inseguridad” (MNSPC, 2016). Nuevas definiciones de lo que constituye la seguridad ciudadana, nuevas formas de operacionalización delincuencial, implican nuevos modelos de trabajo, nuevos retos institucionales.
Con todo proceso surgen críticas y desafíos, comenzar fue la etapa más difícil, por un lado, la institución estaba fragmentada y en total crisis por todo lo acaecido dentro y fuera de la misma; por otro lado, policías comprometidos y con apoyo de otros profesionales planificaban las estrategias a seguir y poner en marcha la reforma policial, que comenzó por donde debía comenzar, la educación.
Hoy la Policía Nacional le apuesta a la educación, se trabaja en los centros de estudio con una nueva filosofía para que los policías desarrollen las competencias necesarias para el desempeño apropiado de las funciones policiales. El Modelo Nacional de Servicio de Policía Comunitaria ha venido a revolucionar el trabajo policial, sabiendo que la relación Comunidad-policía es vital para el mejoramiento de la seguridad ciudadana, el enfoque primordial es trabajar con y por la comunidad, fomentando la corresponsabilidad ciudadana, ya que la seguridad debe ser un asunto de todos. Cada vez el cuerpo policial hace lo pertinente por mejorar la relación y confianza ciudadana, en un país con problemas sociales, económicos, políticos y de todo tipo, la labor policial se torna más compleja, y los desafíos a los que se enfrenta día con día son grandes, sin embargo, la brecha ya se abrió y los avances son significativos.
La cultura de la denuncia ciudadana juegan un papel muy importante en el trabajo de la seguridad, antes la gente temía denunciar, hoy gracias a la participación ciudadana se ha logrado identificar y, por consiguiente, depurar y enjuiciar a policías que andan fuera de la ley abusando de su investidura de autoridad.
Los buenos siguen siendo más, y la mejora institucional es palpable, la Policía Nacional de Honduras sigue de pie, pues la mayoría de sus miembros sigue esforzándose por servir y proteger, y como bien lo dijo Aristóteles: “Un Estado no puede existir sin ciertas magistraturas, que le son indispensables, pues ellas garantizan el buen orden y la tranquilidad”
La cultura de la denuncia ciudadana juega un papel muy importante en el trabajo de la seguridad, antes la gente temía denunciar, hoy gracias a la participación ciudadana se ha logrado identificar y, por consiguiente, depurar y enjuiciar a policías que andan fuera de la ley abusando de su investidura de autoridad”.