La Esperanza llora y lamenta el asesinato de Keyla Martínez
El cuerpo de la universitaria es velado desde ayer en horas de la tarde en una iglesia en donde familiares, amigos y sociedad en general condenaron el asesinato en el interior de la posta policial
La ciudad de La Esperanza está de luto, a una de sus hijas le arrebataron la vida, segando así a una joven promesa de la enfermería.
Cientos de personas salieron de sus casas y trabajos para unirse a la caravana fúnebre de Keyla Patricia Martínez, cuyos restos fueron trasladados de Tegucigalpa hasta su ciudad natal. Grupos de motociclistas, decenas de vehículos de familiares, amigos y personas que nunca la conocieron se mostraron conmovidos por la forma en la que murió la joven estudiante.
A las 8:20 de la noche de ayer llegó doña Norma Rodríguez al lugar en donde estaban velando a su hija. Jamás imaginó volver de España para dar el último adiós a su “muchachita”. Al entrar al Ministerio Internacional Rey de Reyes se abrazó con sus tres hijos, con quienes lloraba la repentina partida de Keyla Patricia Martínez. El personal médico y hasta pacientes del Hospital Enrique Aguilar Cerrato salieron a la calle para pedir justicia por el homicidio de quien fue su compañera y amiga. Virginia Zavala, licenciada en enfermería, manifestó que fue maestra de Keyla, cuando sacó el curso de enfermería, por lo que lamentó la forma en que la asesinaron. “Siempre fue una excelente alumna, con mucha vocación, trabajamos en el Hospital Enrique Aguilar, en donde se desempeñó como una excelente enfermera en la sala de neonatología, no tenía hijos pero amaba los niños y estábamos seguros que ella no atentó contra su vida, porque tenía mucho futuro y quería seguir ayudando a los demás en el área de salud”, expresó Zavala. Otras enfermeras al ver pasar el féretro no pudieron contener sus lágrimas, sin embargo, gritaban para que se hiciera justicia e hicieron un llamado al gobierno para que los culpables sean castigados con todo el peso de la ley. Los restos de Martínez fueron trasladados al Ministerio Rey de Reyes, ubicado en el caserío Santa Anita, ubicado a unos diez minutos del centro de la ciudad, al velorio asistieron cientos de personas para dar las muestras de pesar a sus seres queridos más cercanos. Jesenia Rodríguez, tía de Keyla, con lágrimas en sus ojos, manifestó que fue como una madre ya que su progenitora reside en España, “pedimos justicia divina porque sabíamos que ella no se suicidó, porque ella tenía planes para su fin de semana y estamos indignados porque nos la mataron, acabaron con una persona que amaba al prójimo y siempre estaba dispuesta a servir a los demás”, expresó Rodríguez