Maritza y Rudis reciben ayuda y atención médica
Solidaridad Los hermanos Flores padecen parálisis cerebral y fueron evaluados por un médico. Alimentos, leche, kits de higiene, silla de ruedas y andador llegaron a sus manos
La solidaridad lo hizo posible y hoy un presente con mayores oportunidades ha comenzado a escribirse en la vida de la familia de Maritza y Rudis Flores.
Los pequeños hermanos que viven en un humilde hogar en la comunidad de Los Hornos, en el municipio de Santa Elena, La Paz, tuvieron que enfrentar sin orientación alguna su enfermedad, la parálisis cerebral, pero gracias a la solidaridad de los capitalinos hoy pueden comenzar terapias en casa y mejorar su calidad de vida.
Luego de que EL HERALDO conociera la historia de Maritza y Rudis a través de Agustín Villagra (Zaki Magoa), un mago español que radica en Honduras para promover la solidaridad, instituciones como la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis) y personas anónimas levantaron su mano para ayudar.
Personal de la entidad, sin dudarlo, se encaminó a la lejana localidad para brindar asistencia social y médica a esta humilde familia.
Acompañados por Villagra, un equipo de especialistas de la Dirección de Discapacidad de Sedis tardaron unas seis horas para llegar hasta la vivienda de Maritza y Rudis en la comunidad de Los Hornos.
Al llegar al lugar, luego de pasar por calles de piedra y tierra, la pequeña Maritza (10) y Rudis (9) fueron evaluados por el doctor Eduardo Herrera, quien brindó su diagnóstico y recomendaciones para mejorar la salud de los niños.
Durante la visita también se entregó un colchón especial, andador para Rudis, colchonetas, kits de cocina y de higiene personal, vajilla, cobijas, alimentos, leche en polvo y una silla de ruedas para Maritza.
Susan Martínez, representante de Sedis, informó que también se hizo el levantamiento de la ficha para que se brinde un bono a la familia y también se les proporcione una provisión de alimentos cada mes.
A pesar de que la pequeña Maritza no puede hablar, sus ojos y amplia sonrisa lo dijeron todo. Doña Francisca Gonzales, madre de los pequeños, agradeció de todo corazón la ayuda pues nadie había puesto atención a su caso