Alto a los femicidios, ya
Las cifras que manejan los organismos defensores de los derechos humanos y el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en relación al asesinato de mujeres en Honduras son escalofriantes. Según datos del Observatorio de la Violencia de la UNAH (OV-UNAH), entre el 1 de enero y el 11 de febrero de 2021, es decir en 42 días, fueron asesinadas en Honduras 28 mujeres, en su mayoría menores de 30 años, una tendencia creciente que en los últimos 16 años ha cobrado la vida de 6,353 mujeres. Estas mujeres, expone en un comunicado la Oficina para la Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer, ONU Mujeres Honduras, “han sido víctimas de la violencia machista en escenarios de criminalidad e impunidad, lo que coloca a Honduras como el segundo país de América Latina con mayor número de femicidios”. Escalofriante e inaceptable es también conocer que el 90% de esos casos no han sido investigados por autoridad competente y sus asesinos se encuentran libres, una situación que incrementa los grados de vulnerabilidad de miles de mujeres más que día a día están expuestas a todo tipo de violencia y a la vulneración de sus derechos humanos. La problemática no es nueva y en el tiempo se han ido tomando algunas medidas que a todas luces han sido inefectivas, o mejor dicho, un fracaso total, los resultados de esos trabajos nunca se conocieron, es más, la incidencia de casos siguió creciendo como una plaga en el territorio nacional y tal como lo reflejan las estadísticas. Lo sucedido hasta ahora nos deja como lección que no basta con crear leyes, decretos ejecutivos o legislativos y unidades de investigación de femicidios, se tiene que ir más allá. El Estado está obligado a asignar a las instituciones competentes los presupuestos, el personal y los equipos especializados para que hagan bien su trabajo, para que generen políticas de atención integral a las mujeres y les doten las herramientas necesarias (de prevención, de protección y de provisión de servicios) para garantizarles a ellas y sus familias una vida libre de todo tipo de violencia. Los femicidios deben parar ahora