¿Por encima de la ley?
¿Hasta dónde puede ir un poder con su fuerza en contra o a favor de los derechos y de esas libertades?
Se entiende que la Policía debe proteger a las personas bajo cualquier circunstancia y necesidad. Sin embargo, parece que algunos... seguirán siendo malos policías, malos padres y malos ciudadanos. Nuestra sociedad ya no necesita de esos soldados y de esos civiles que creen que están por encima de la ley. La República no los puso ahí para que no le sigan causando vapuleos a los buenos ciudadanos; los tiene ahí para que controlen los mismos excesos que muchos miserables y malos ciudadanos que detentan el poder para transgredir, violar, matar, robar, y llenar sus bolsillos jugando con la necesidad de este pobre pueblo, cometen sus fechorías al compás de ustedes mismos, ustedes deberían asumir un mínimo conocimiento no sólo en el tema jurídico, político y criminal. En este contexto, encontramos la ética policial, la filosofía de la mente y las mentes criminales, entre otras ramas del conocimiento filosófico. Conforme nos conozcamos a nosotros mismos, nos volvemos más conscientes de nuestros objetivos en nuestra vida, más responsables y comprometidos con nuestro trabajo. Las actuaciones de la Policía es en nuestros días continuamente objeto de discusión. Se ha convertido en habitual leer y escuchar comentarios que se refieren a su poco profesionalismo en los medios que utilizan para contrarrestar la violencia y la inseguridad que vive nuestra Honduras, todo esto obedece a que el policía ha perdido la calidad en sus actuaciones y su relación con el público ha empeorado porque generalmente actúan con una brutalidad excesiva en donde no hay rasgos de una efectiva comunicación entre las partes. La Policía se ha convertido de la manera más cruda en un órgano de mantenimiento de statu quo, considerado esto como injusto por la población. Hay que preguntarles a los policías cuáles son los intereses que ellos protegen y en beneficio de quiénes actúan. La Policía debe orientar sus objetivos a la solución de problemas, no hacer parte de ellos.