SEA UN LÍDER CONSCIENTE
Estos líderes se enfocan en el “nosotros” en el lugar del “yo” y se dan cuenta de que su función es crear una cultura de confianza
Si hay algo a tener en cuenta para subsistir ante el actual mercado laboral competitivo es que el cociente emocional es el doble de importante que el coeficiente intelectual.
De acuerdo con una investigación de Harvard Business School, la inteligencia emocional no es solo algo agradable de poseer, sino una característica necesaria para formar relaciones equilibradas y exitosas.
Incluso se podría decir que es una de las habilidades de liderazgo esenciales del siglo XXI, y claro, que por suerte se puede cultivar y gestionar.
Entonces, ¿qué es la inteligencia emocional? En resumen, es la capacidad de ser consciente, comprender, gestionar y expresar sus emociones, y manejar las relaciones interpersonales con sensatez y empatía.
Un reconocido experto en el tema es el psicólogo Daniel Goleman, quien junto a su colega Richard Boyatzis desarrollaron el concepto ahora predominante del marco referencial de las competencias emocionales. Esta idea se compone de autoconciencia, autogestión, conciencia social y habilidades sociales.
En esa línea, los líderes conscientes deben mantenerse relevantes.
A medida que las tareas laborales se trasladan cada vez a la automatización e inteligencia artificial, es necesario que los líderes se enfoquen en las emociones, que sean más humanos. He aquí por qué un líder consciente en el siglo XXI le da un valor extra a la inteligencia emocional y cómo usted también puede cultivarla.
Por ejemplo, los líderes conscientes se adaptan a la evolución y expanden su mentalidad. La evolución avanza con o sin nosotros. Y como resultado, los sistemas van mutando y necesitando nuevas soluciones de abordaje de desafíos.
Muchas iniciativas de cambio organizacional fracasan; de hecho, se dice que solo alrededor del 30 por ciento tiene éxito. ¿La razón? No puede cambiar el mundo, cambiar una organización o un sistema, a menos que las personas que operan estos sistemas cambien primero.
También un líder consciente reemplaza las competencias por la relaciones. A medida que dejamos atrás gradualmente los sistemas, las tradiciones y la mentalidad de esclavitud de la era industrial y abrimos nuestras mentes a la organización emergente centrada en el ser humano, el enfoque cambia a la construcción de relaciones.
Las conexiones auténticas se forman a través de una comunicación clara y efectiva, integridad, confianza, inclusión y diversidad. Es por lo que el lugar de trabajo y el mundo están desesperados en este momento. Los simples actos de bondad, respeto y empatía pueden determinar el nivel de compromiso y lealtad de sus empleados.
Por otro lado, un líder consciente crea e innova. Sí, los artistas no son los únicos creativos. Los líderes también deben permitir que la creatividad fluya libremente para crear el cambio necesario. Estos son líderes que entienden el poder de la innovación, a través de la experimentación, el cuestionamiento, la escucha, la exploración, la reflexión, la transformación, la colaboración y la co-creación. Implementar estos cambios requiere de una “mente de principiante” y la voluntad de mantener abiertos los canales de innovación en todo momento. En momentos como estos, donde la pandemia se ha cobrado 2.4 millones de vidas, los colaboradores se reclinan en los líderes en busca de fuerza y palabras de motivación y consuelo. El mundo requiere de líderes empáticos y compasivos que sean conscientes de los problemas más allá de la compañía que lideran