Producción de granos se mantendrá como en el 2020
Expectativas El optimismo aunado con pronósticos de condiciones climáticas favorables hasta de financiamiento tienen incentivados a los agricultores para la siembra y cosecha de alimentos en similares cantidades
La producción agrícola fue la actividad económica que durante los siete meses de la pandemia del covid-19 no sufrió un impacto negativo, sino que fueron los fenómenos naturales de Eta y Iota que provocaron cuantiosas pérdidas en cultivos en los lugares más afectados por estos temporales.
Las buenas cosechas de granos básicos antes de noviembre de 2020 permitieron que no se generara una crisis en el agro que podría haber desatado una hambruna y todo apunta que el optimismo al igual que las expectativas positivas en los ciclos productivos se mantengan para este año.
Un invierno que trajo consigo constantes lluvias como una de las condiciones favorables para la agricultura fue un factor clave para haber logrado las metas de productividad de distintos cultivos y para los meses restantes la temporada lluviosa será similar que la del pasado período de doce meses, conforme a los proposición del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco). Economistas y productores consideraron que la disminución de la tasa de interés para préstamos a agricultores a través de Agrocrédito, iniciativa que ha puesto a disel gobierno, también representa un incentivo para potenciar este rubro.
La cosecha de frijol y sorgo son un tanto mayores entre el año agrícola 2019 al 2020 y 2020 al 2021, de acuerdo con reportes de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta). Sin embargo, en la últinósticos ma estimación realizada por el organismo adscrito a la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) no se ven reflejados los perjuicios que dejó a su paso Eta y Iota, provocando más de 11,000 manzanas perdidas de frijol, 5,566 manzanas de arroz dañadas y más de 5,500 manzanas de maíz que se echaron a perder. Aunque esta institución no cuenta con datos de las proyecciones de producción agrícola específicamente de este año, EL HERALDO constató que sus expectativas iniciales son similares con información proporcionada por la Asociación Nacional de Agricultores y Productores de Granos Básicos de Honduras (Prograno).
Ni las autoridades de la SAG ni tampoco de Dicta concedieron entrevistas a este rotativo sobre la temática.
Pese al repunte en los casos y muertes por coronavirus en el territorio hondureño, prevalece el entusiasmo en el campo desde las unidades productivas de pequeños a su vez grandes productores de alimentos, quienes demandan más beneficios de parte del Congreso Nacional y la administración pública.
Las estimaciones
“Nosotros como país tenemos que estar produciendo un millón de quintales de primera de frijol, un millón de quintales
de postrera o un poco menos, 900,000 quintales y el complemento lo hace la postrera tardía. Con el tema de arroz ha estado en un promedio de 2014 a la fecha entre 1.1 a 1.2 millones de quintales”, detalló a EL HERALDO el presidente de Prograno, Dulio Medina.
Agregó que “confiemos que las cosas van a ir por un buen camino, que el gobierno está abastecido, la producción nacional va a ser buena y que vamos a tener suficiente producción para abastecer a la población”.
Respecto a la postrera tardía del grano elemental en la dieta de los hondureños -que es el período de cosecha que inicia en los primeros días de marzo, llegando hasta abril y mayo próximo-, se calcula que se superarán los 300,000 quintales como en otros años, precisó el reconocido productor.
Aseguró que “problemas de frijoles no vamos a tener; con el maíz no tenemos inconvenientes por el beneficio del Tratado de Libre Comercio -TLC-, no puede haber escasez y de arroz tampoco. La demanda de frijol la tenemos manejada y si se da un incremento de precio lo más que puede alcanzar es de 15 a 16 lempiras la libra”.
En el marco de la cosecha de postrera, los productores de frijol perdieron unos 750,000 quintales de este grano por los embates de los meteoros equivalentes al 85%, mientras que el producto restante (150,000 quintales) fue de mala calidad, indicó Medina. Además, sostuvo que “el productor perdió con
Eta y Iota, se quedó un flotante de maíz que se vendió a regañadientes como alrededor de 300,000 quintales y eso genera números rojos; por lo que hay que ver cómo se protege a los productores con una ley para que se siga cosechando maíz y frijol, que no pueda adquirir los insumos a valores muy costosos”. Los fertilizantes sufrirán un incremento en sus costos de parte de las casas comerciales, por lo que un saco de urea no bajará de los 600 lempiras, situación que es desfavorable para los agricultores, advirtió el representante de Prograno.
De su lado, el productor Fredy Torres, quien dirige la Asociación de Productores de Arroz, mencionó a EL HERALDO que “nosotros cerramos en el 2020 con 1,223,000 quintales, hubiésemos llegado con facilidad a 1.5 millones y en vista que eso no se dio mantenemos la misma cantidad como meta para el 2021 de millón y medio de quintales”.
Dos factores facilitarán la producción del grano blanco, uno de ellos son las perspectivas climáticas con suficientes lluvias anunciadas por la Copeco recientemente y los fondos que otorgará el gobierno con Agrocrédito 5.0, destacó. Torres planteó que “siempre existen dudas, se ha anunciado préstamos a 5% porque se va a subsidiar una tasa de 3.7%; sin embargo, ese financiamiento es para aquellos productores que no tienen problemas con la Central de Riesgos y el 90% de los productores nacionales aparecen allí y esto significa que apenas un 10% van a poder acceder a esa tasa”.
A más tardar en abril estos recursos deberán de estar en manos de los hombres y mujeres que se dedican a la labranza, reiteró.
Ante la devastación de Eta y Iota en zonas agrícolas, el productor de arroz confirmó que muchas personas que se dedican a este rubro buscan tierras en el interior de la República para sembrar en el ciclo de mayo y junio para poderse recuperar de cierto modo