Una herencia compartida
Roberto Castillo había donado su biblioteca a la UNAH. Para 2013, la institución inauguró, ya muerto el autor, la Colección Roberto Castillo Iraheta, como parte de la Colección Hondureña de su sistema bibliotecario. Pero ahora es su familia la que entregó a la Editorial Universitaria de la UNAH sus archivos que contienen esta importante obra inédita, cuyo trabajo de revisión comparten ambas editoriales.
Al respecto, José Luis Barón, representante de los herederos de Castillo, dijo que esta es una gran alegría para la familia. “La pérdida de alguien tan especial como don Roberto fue una experiencia dura para la familia, pero con el tiempo hemos retomado la alegría de su memoria y estamos manos a la obra para cumplir con sus lectores”. Barón recuerda al escritor como una persona muy seria y dedicada a su trabajo, “cuentos y novelas provienen de sus propias vivencias e impresiones. Haber nacido en el occidente de Honduras llenó su imaginación de una cultura llena de narrativas locales, aventuras y descripciones detalladas de la vida de las personas, tradiciones y toda la riqueza del léxico de los departamentos alejados de las grandes ciudades. Ese es el sustrato principal de su obra, el cual reproduce con un excelente sentido del humor”.
Nuestro entrevistado señala que han identificado diez obras que conforman el proyecto de publicación a largo plazo