Enojo en los niños, ¿cómo enfrentarlo?
COMO PADRE Y ADULTO NO PUEDE PONERSE AL NIVEL DEL NIÑO, REACCIONAR CON ENOJO USTED TAMBIÉN NO ES LA VÍA CORRECTA
Hay padres que consideran que la vía más rápida para enfrentar el enojo de sus hijos es el castigo físico. Pero la educación con violencia no debería ser la opción más simple.
Si hay algo que probablemente tema todo padre es que su hijo estalle en ira en frente de la gente y no saber cómo afrontar la situación.
Pero recuerde que su hijo, a diferencia de usted, es un ser que aún no controla sus emociones, y es usted como adulto quien debe ayudarle a gestionar su enojo de la manera correcta.
Entonces... ¿qué hacer?
Lo principal es validar lo que el niño siente en ese momento, pero no lo que hace indebidamente. El niño debe saber que está bien enojarse, todos lo hacemos en algún momento, pero no está bien golpear ni tirar las cosas ni faltarle al respeto a sus padres.
Por otra parte, no le haga sentir a su hijo que él es el error, lo ideal es identificar por qué está molesto, puede ser que tenga hambre, sueño, cansancio o que quiera algo que usted no puede darle. No intente hacer reflexionar a su hijo en el momento de crisis, la salida es llevarlo a otro lugar, decirle que respire profundamente, o quizá distraerlo con otra cosa para que olvide su molestia.
Tampoco se aconseja entrar en guerra de poderes en pleno estallido de furia, compórtese con autoridad pero no con capricho. Sea tolerante con el llanto de su pequeño, si cede ante su actitud solo estará mostrando que de esa manera se consiguen las cosas.
Cuando el niño ya esté en calma, es el momento de reflexionar sobre la actitud que mostró, incluso puede utilizar ejemplos y fábulas para comunicar mejor su mensaje. Enséñele que como ser humano experimentará miedo, alegría, rabia, tristeza y enojo, que todas esas sensaciones son válidas, y ayúdele a identificar cuándo podrá experimentarlas. Escuchando a su hijo es probable que le dé apertura para comunicar su sentir y no necesariamente a explotar ante las circunstancias. Recuerde que su hijo también observará cómo gestiona usted sus emociones, porque al final usted es su ejemplo