SIN OBESIDAD ES MEJOR
Día Mundial Esta enfermedad es condicionante del covid-19, además de que está vinculada con otros males de riesgo como la diabetes y el cáncer
La pandemia del covid-19 sigue siendo un peligro para la salud, así como muchas otras enfermedades que, además de ser un detonante de riesgo respecto a este mal, atentan de forma propia contra la calidad de vida de millones de personas.
Para el caso, el Día Mundial contra la Obesidad se celebra, como cada año, este 4 de marzo; la oportunidad perfecta para hacer un recordatorio sobre el daño que conlleva adoptar una dieta alta en grasas y azúcares, entre otros factores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la obesidad como la “acumulación anormal o excesiva de grasa que presenta un riesgo para la salud”. Esta predispone a la población a desarrollar otras enfermedades crónicas no transmisibles, como hipertensión arterial, diabetes tipo 2, colesterol y triglicéridos elevados, deficiencias cardiovasculares, artritis, apnea del sueño, ovario poliquístico y algunos cánceres.
Según la Federación Mundial de Obesidad se trata de un padecimiento multifactorial teniendo que ver con mecanismos biológicos, riesgos genéticos, falta de acceso a especialistas en el área, salud mental, alimentos procesados, estrategias mercadológicas, eventos de vida desencadenantes, estigmas, entre otros.
Población vulnerable
A lo anterior se suma que la obesidad entre los adultos es un problema que se está agravando y que ya afecta a más de uno de cada ocho, lo que se traduce en 672 millones de obesos a nivel mundial. Las mujeres son un sector de la población especialmente vulnerable, ya que tienen más porcentaje de grasa corporal que los hombres, los sistemas de almacenamiento de grasa son más potentes y la menopausia produce pérdida de masa muscular y aumento de masa grasa.
Asimismo, cada año aumenta la obesidad infantil a gran escala; de acuerdo con el informe de las agencias de la ONU, en el mundo había en 2017 cerca de 38 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso.
Estilo de vida
La alimentación es un pilar fundamental a la hora de prevenir la obesidad y el sobrepeso. El estilo de vida actual ha cambiado la forma de alimentarnos, disminuyendo el consumo de verduras y aumentando el de alimentos altos en azúcares y grasas. Estudios demuestran que menos del 50% de las personas consumen verduras a diario. A ello se suma el sedentarismo, que ningún bien hace a quienes deseen mantenerse saludables, y menos ponerle una barrera a la enfermedad. Realizar actividad física frecuente (unos 60 minutos al día de tres a cinco veces a la semana) es lo recomendado. En el caso de que haya un alto grado de obesidad, se recomienda empezar caminando 30 minutos al día a paso ligero. A largo plazo será muy beneficioso para su salud en muchos otros aspectos