El dengue y el covid siguen robando vidas
La pandemia del covid-19 no ha terminado y como ejemplo tenemos que a pesar del relajamiento de la población ante esta enfermedad, los hospitales están reportando en los últimos días leves alzas en el número de atenciones.
Desgraciadamente para la población, el covid-19 no es el único mal al que debe enfrentarse, pues también han comenzado a registrarse alzas en el número de casos de dengue. Ayer, las autoridades sanitarias reportaban la muerte en el Hospital Escuela de un niño de ocho años y señalaban que en lo que va del año ya son 30 las personas que han perdido la vida por esta enfermedad en el territorio nacional.
La situación solo nos deja un mensaje claro: que las y los hondureños tenemos un compromiso más con la salud de nuestras familias y la sociedad en general: seguir observando las medidas preventivas para evitar el contagio con los virus que causan el covid-19 y la enfermedad del dengue. Frenar el contagio de ambas enfermedades es responsabilidad de todos, pero, esencialmente de las familias, que deben asegurarse, en el caso del dengue, que fuera y dentro de sus hogares no existan criaderos del zancudo transmisor de la enfermedad.
Indudablemente que las acciones preventivas deben ir acompañadas de acciones de apoyo por parte de las autoridades sanitarias, las que en estos momentos deberían estar incrementando las operaciones de destrucción de criaderos de zancudos en aquellas zonas de alta incidencia de la enfermedad.
Solo si trabajamos juntos —autoridades y población— tendremos la posibilidad real de frenar el avance de ambas enfermedades, que nos están robando valiosas vidas de hondureños y hondureñas, entre ellos muchos niños y niñas, quienes están siendo, ahora mismo, sus principales víctimas