Sin medicamentos
La decisión del gobierno de eliminar el fideicomiso de salud a través del cual el país venía adquiriendo los medicamentos para el sistema sanitario nacional, tiene a los hospitales y centros de salud casi al borde del desabastecimiento.
La situación es grave.
Hasta mayo, según cifras oficiales, el sistema sanitario enfrentaba más del 50% de desabastecimiento general y 59% de fármacos vitales y esenciales, situación que se ha agudizado en junio.
Las acciones para garantizar el abastecimiento de medicamentos debe ser urgente.
El ministro del ramo ha iniciado el proceso de compra directa de medicamentos, pero a pesar del interés expresado por las compañías farmacéuticas, se sabe que estos procesos son lentos y los productos tardarán al menos tres meses en estar disponibles, en detrimento de la salud de las personas que demandan de los fármacos para mejorar sus condiciones de salud.
También se ha conocido que acudirán a la solidaridad de los gobiernos centroamericanos, a los que pedirán prestados algunos medicamentos.
Cualquier acción encaminada a dotar de medicinas a los hospitales y centros de salud es positiva, también todas aquellas que se lleven adelante para garantizar los mecanismos de transparencia de adquisición de esos productos, pero también es cierto que los procesos no deben de retrasarse más de lo programado, ya que la vida de muchas personas, que no tienen más opción de tratamiento que en los hospitales públicos, está en precario.
Tampoco olvidar que la pandemia de covid-19 dejó al descubierto la precariedad de nuestro sistema sanitario, por lo que la tarea de las autoridades va más allá de garantizar los medicamentos a la población y trabajar en el mejoramiento de la prestación de los servicios en todas las áreas