TERESITA FORTÍN, CONFIDENCIAS DE UN LIBRO AMARGO Y VERDADERO
Hoy rescatamos un texto de Carlos Lanza de la presentación del libro que Leticia de Oyuela escribió sobre la artista Teresita Fortín bajo el título “Confidente de soledad”. Este 2022 se cumplieron 40 años de la muerte de Teresita
Fortín ilustró trabajos de la investigación arqueológica de Peabody en las Ruinas de Copán.
Teresita Fortín fue amiga y contemporánea del también pintor Pablo Zelaya Sierra.
Hace unos días, organizando mi archivo, encontré este texto que fue escrito el 26 de diciembre de 1997 a petición de doña Leticia de Oyuela, quien me solicitó que presentara su libro sobre Teresita Fortín titulado “Confidente de soledad”. Han pasado 25 años desde aquel momento y ahora, por vez primera, publico este trabajo que reúne a dos extraordinarias mujeres.
El escrito...
“Confidente de soledad” es un título que confirma el doble significado de la soledad: por un lado, conciencia de sí, es decir, de sentirse y saberse solo y, por otro, necesidad de salir de sí, de buscar aquello que estando fuera de nosotros nos ayuda a vivir o a bien morir.
Desnudar el alma, abrirla y mostrar los fantasmas que nos agobian, es una necesidad vital “porque nadie ha nacido/ para habitar la soledad” (José Adán Castellar); esta idea es la que cruza el libro que hoy nos entrega la escritora Leticia de Oyuela sobre la vida y obra de la artista Teresa V. Fortín.
En el libro dialogan dos testimonios: el testimonio que Teresita presenta sobe los hitos más importantes de su vida y la visión que Leticia de Oyuela tiene sobre esta pintora nacida en San Antonio de Oriente en el año 1896, precisamente el mismo año en que nació el maestro Pablo Zelaya Sierra.
Teresita Fortín toma la palabra para hablar de sus desgracias, de su angustia, del marginamiento de que fue objeto en los círculos oficiales, marginamiento que en determinados momentos adquirió la dolorosa forma del desprecio y el escarnio. Leticia de Oyuela abraza la palabra no solo para ubicar el contexto históricosocial en que Fortín desarrolló su práctica artística, también asume la palabra para expresar con el corazón abierto toda la ternura y solidaridad que la artista le inspiraba.
“Confidente de soledad” es un libro solidario, es un “meterse en el pellejo del otro” como bien lo señala en su estudio introductorio para “manejar una alegría gloriosa entre la vida, como ejercicio hermenéutico para seguir viviendo”.
Sobreponerse a la hostilidad del medio nunca ha sido nada fácil para un creador, a Teresita Fortín le tocó abrirse camino en un medio social violento donde campeaba el odio, el rencor y la ignominia: la cultura de la muerte negaba así a la cultura de la sensibilidad y la afección.
Leticia de Oyuela expresa con claridad esta permanente lucha de Teresita Fortín por situar su espíritu a salvo de esas mezquindades que envenenan el alma. Nos la presenta como una mujer “plena de fe y poseedora de una sensibilidad a flor de piel”. Hablando sobre la pasión con que Teresita asumía su trabajo, Oyuela nos dice que la pintora “hacía una demostración vívida de que el ser humano es irreductible con lo que ama”.