IMPRUDENCIA MONUMENTAL

Cuando sucedió lo de Kim Kardashian luciendo el icónico vestido de Marilyn Monroe en la Met Gala, el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés) reaccionó en contra de la decisión de Ripley's Believe It or Not! de poner en riesgo una pieza histórica. El ICOM señaló en su momento que la pieza perteneció a Monroe, que el vestido fue cosido sobre su propio cuerpo antes del evento en el que lo utilizó (el cumpleaños de Kennedy) y que la tela con la que fue creado es seda soufflé, un material que ya no está disponible y que por lo tanto hace al vestido insustituible. Que las tensiones a las que pudo ser sometido al usarse en otro cuerpo con otras medidas podrían haber deformado el vestido y causarle daños irreparables. El ICOM dijo que aunque la prenda pertenece a una colección privada, su manipulación debe regirse bajo el protocolo por el cual son tratadas todas las piezas consideradas patrimonio.