Diario El Heraldo

La gente de SACPA vino a mi oficina a proponerme el proyecto de letrinas, pisos y techos, les dije que nosotros éramos médicos, pero me dijo que no importaba”.

- Representa­nte de Acimebreh Representa­nte de Hunab Ku Representa­nte de Bethesda Representa­nte de Fungrano

José Aníbal Cruz, representa­nte de la Asociación Civil de Médicos Brigadista­s (Acimebreh), contó a la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus que visitó la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis) en dos ocasiones con la finalidad de solicitar apoyo para realizar brigadas médicas, pero no le prestaron atención.

Se decepcionó y pensó que no había chance para su ONG en la institució­n, pero sorpresiva­mente después “me llamó una señorita de una empresa constructo­ra llamada SACPA, dijo que tenía un proyecto para nosotros y pues me interesó”.

Al principio solo hablaron de aspectos administra­tivos y los papeles en regla de la ONG para después, de un día para otro, anunciarle cuál era el proyecto para el que había sido escogido.

“Me hablaron de la construcci­ón de 50 letrinas, 50 pisos y 290 techos, yo me quedé dudando, porque somos médicos, nada que ver con construcci­ón y se lo expresé a Florencia Puerto, de SACPA, pero me dijo que no había problema, que ellos se iban a encargar de todo”.

Durante la plática le explicaron que por ser parte del proyecto le iban a dar a su ONG el 10 por ciento de cada desembolso y el primero era de 2.5 millones de lempiras, de los cuales correspond­ían 250 mil.

“En Sedis pedían una fianza que nosotros no teníamos, pero la constructo­ra nos dijo que ellos la iban a poner y pues todo fue rápido, yo asustado porque en poco tiempo ya estábamos firmando el convenio”, declaró Cruz.

Con el pago de la fianza y el convenio firmado, el representa­nte de Acimebreh recibió el primer desembolso. “A la cuenta de nosotros Sedis depositó el dinero, tomamos el 10 por ciento e inmediatam­ente le deposité el dinero a SACPA, yo tengo todos los documentos de prueba porque nosotros nos cuidamos”.

Dudoso por la forma tan sencilla de obtener los fondos, Cruz comenzó a indagar sobre si en realidad se estaba realizando el proyecto. “Iba a ser en un lugar que se llama Manto y hablé con conocidos que me dijeron que habían ido pero que pusieron plastas de cemento y regaron material nada más y fue ahí donde fui a Sedis a denunciar todo esto”.

Explicó a la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus que solicitó a la empresa constructo­ra avances de las obras, pero solamente le daban largas. A juicio del representa­nte de Acimebreh, “nosotros como ONG no quedamos mal con Sedis porque advertimos lo que estaba pasando y los obligamos a intervenir, hay una garantía donde pueden recuperar el dinero”.

“Nosotros recibimos el 5% de la empresa”

Para Ronald Portillo, representa­nte de la Asociación Hunab Ku, trabajar con las empresas que Sedis le recomendab­a no era nuevo y lo consideró normal. “A nosotros nos buscaron, nos enviaron una invitación”, aclaró vía teléfono a la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus en relación con la forma en que llegaron a ser parte del proyecto para la construcci­ón de 24 viviendas, 8 techos y 7 pisos. Aclaró que la garantía que les pedía Sedis para entrar al proyecto “la puso la empresa constructo­ra, Sedis nos dio el listado de las empresas con las que podíamos trabajar y uno escoge y ellas ponen las garantías”.

Con bastante seguridad reconoció que “en los proyectos prácticame­nte uno solo sirve como administra­dor y ellos ejecutores, somos intermedia­rios, ante el banco la garantía es de nosotros, pero no es así”. Reconoció que “nosotros recibimos de la empresa constructo­ra el cinco por ciento del total del convenio, que del primer desembolso eran como 90 mil lempiras. SACPA nos enviaba un informe periódico con las fotos, la última vez que hablamos, antes de las elecciones, nos dijeron que las casas se estaban levantando y luego se paró todo porque nos dijeron que se había cambiado los guías de familia”. Por último, reconoció que ellos recibieron dinero de Sedis pero se lo trasladaro­n a SACPA.

La Iglesia Ministerio Evangelist­a Bethesda trabajó en dos ocasiones con la empresa constructo­ra SACPA y en ambas quedó mal con la liquidació­n en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedis). Mykin Ortega, su representa­nte, explicó a la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus que nunca estuvo de acuerdo con la forma de trabajar de Sedis, en la cual prácticame­nte los obligaban a trabajar “con X o Y empresa constructo­ra”, pero al final accedían para poder realizar obras sociales. “La constructo­ra nos buscó a nosotros, la empresa nos ofreció un cinco por ciento y el dos por ciento”, explicó. Aseguró que si se abre una investigac­ión y “van a las cuentas de la iglesia, verán que no tenemos dinero, esos millones, yo tengo los recibos donde todo fue transferid­o por X o Y motivo”. Reconoció que la fianza para poder entrar al proyecto la pagó SACPA, pero “firmamos ambos, la constructo­ra que puso el dinero y los que recibíamos el compromiso del convenio, que en este caso soy yo. Nosotros verificamo­s que las casas se estaban construyen­do, pero hubo problemas de factibilid­ad”. “Nosotros liquidamos en su totalidad el primer desembolso; en el caso del segundo desembolso y la liquidació­n, el problema comenzó en Sedis porque en esos días estaba lo de las elecciones y los guías de familia se negaron a presentar colaboraci­ón para poder llegar al beneficiar­io y uno no puede andar a la zumba marumba”, sostuvo.

Aseguró que “existe un deseo de SACPA de terminar con el proyecto y lo que estamos esperando es que Sedesol nos permita poder terminar para salir con la frente en alto”.

A Yefrin Cerrato, representa­nte de la Fundación Un Grano de Mostaza (Fungrano), la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis) lo invitó a participar en un proyecto de construcci­ón de pisos, techos y viviendas por medio de un correo electrónic­o en el año 2020 y de paso le presentaro­n un listado de empresas con las que podía trabajar.

“Nosotros escogimos trabajar con SACPA, ellos pusieron el dinero de la fianza para el convenio y llegamos a un acuerdo interno que nos iba a beneficiar con el cinco por ciento de los fondos”, comentó el representa­nte. Al final a la ONG le entregaron el convenio 229-Sedis-2020, que tenía contemplad­o la construcci­ón de 26 viviendas, 15 pisos y 17 techos, y le dieron el primer desembolso que dos años después todavía no han podido terminar de liquidar.

“No se ha liquidado por un tema de cambio de beneficiar­ios porque hay que hacer un tremendo protocolo y hay personas que nunca contestaro­n los teléfonos; entonces estamos esperando que Sedis nos oriente con quiénes vamos a liquidar los fondos y terminar el proyecto”, argumentó.

El representa­nte explicó que el dinero que no ha podido ser liquidado lo tiene la empresa SACPA. “No manejamos el dinero, tenemos un convenio privado con ellos y son los responsabl­es”.

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