Mejora tu presente
Es extraña la forma en que el período de confinamiento durante la pandemia nos invitó a reconectarnos con intereses y versiones pasadas de nosotros mismos. Durante ese período, fue mucho más sencillo prestarles atención y analizar los pensamientos que venían a nuestras mentes. Ahora que hemos superado ese período, mi recomendación es que no dejemos de escuchar a nuestras voces del pasado y dejemos que nos guíen a lugares hermosos e inesperados. Uno de los lugares a los que me llevó el confinamiento es de vuelta a la pintura. Pintaba antes de ir a la universidad, y después cerré esa puerta de mi amor por el arte ya que me distraje con otras cosas. Empecé a extrañar la pintura cuando recordé de nuevo esos hermosos momentos y comencé a pintar de nuevo seis meses antes de la pandemia. Pintaba al principio con poco entusiasmo, pero ahora me he involucrado de lleno y he vuelto a explorar un camino alterno que había dejado atrás. Pintar me hace tan feliz: me encanta mezclar colores y meter mi brocha en las pinturas de óleo. Me inmerso en ese mundo mientras trato de pintar la corteza de un árbol y sus hojas. Al reconectarme con antiguos pasatiempos, me siento reconfortada. No tengo idea de a dónde me llevará, pero estoy escuchando. Y al prestar atención, estoy empezando a ver dónde podría cambiar mi vida. Sabía que mi vida era muy ocupada antes, e hice todo lo que pude para bajarle el ritmo, pero solo lo logré de forma parcial. No podía ver lo profundo que era mi deseo de algo diferente: más tiempo para hornear, para enseñarles a mis hijas y para mi arte. Existen muchos intereses y pasiones que dejamos olvidados en diferentes períodos de nuestras vidas y que son parte de quienes somos. El período particular por el que vivimos nos invitó a buscar esas fibras y a reconectarnos y redescubrir esas partes de nuestro ser. Se encuentran allí para darnos fuerzas y mostrarnos el camino a seguir. Pamela Ayuso CEO de Celaque