Frente a un nuevo año académico
Inicia hoy el año académico 2024 con las mismas expectativas que el año que recién concluyó, pero, por igual, con los mismos problemas que han marcado los servicios de la educación pública históricamente. La cruda realidad es que son centenares de estudiantes y docentes los que regresarán a recibir, unos, e impartir, los otros, el pan del saber en precarias condiciones: escuelas y colegios que no reúnen las condiciones físicas y pedagógicas básicas para garantizar un exitoso proceso de enseñanza y aprendizaje; instalaciones en mal estado, sin mobiliario suficiente, sin servicios básicos de agua potable, sin útiles escolares y libros de texto, y, mucho menos, con las herramientas básicas que demandan las nuevas tecnologías educativas.
Son muchos los retos por enfrentar en este nuevo ciclo académico y resaltan, entre ellos, garantizar el acceso de todos los niños y niñas en edad escolar al sistema de enseñanza, traer a los que se han retirado por diversas causas y asegurar el mínimo de 200 días presenciales de clases.
Las autoridades académicas anuncian que la matrícula gratis es una realidad y que no es requisito indispensable para acceder a las escuelas el contar con los tradicionales uniformes.
También anuncian con bombos y platillos un programa de intervención para el mejoramiento de la infraestructura escolar con el apoyo del gobierno de China, al cual ya le han presentado la propuesta.
La apuesta por mejorar la calidad educativa también tiene que ser atendida con diligencia. Recuperar las pérdidas de aprendizaje en matemáticas, reforzar los resultados en materias como la lectura y las ciencias, son solo algunos de esos nuevos retos según los especialistas.
La tarea es ardua, pero debe cumplirse con el buen manejo administrativo del sistema y el apoyo de la sociedad en general. El esfuerzo es de todos