Alerta por inminente llegada del gusano barrenador al país
Cerco Ya se contabilizan casos en Nicaragua, Costa Rica y Panamá, por lo que las autoridades de la SAG comenzaron acciones para evitar la llegada de la enfermedad
El país está en alerta ante la posible llegada y propagación del gusano barrenador, parásito que afecta especialmente al ganado bovino, otros mamíferos y hasta los humanos.
Las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) con el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa) emitieron el pasado 5 de abril alerta por el ingreso de esta enfermedad que actualmente está afectando en Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Ángel Emilio Aguilar, director de Senasa, explicó a EL HERALDO que ante la presencia de casos en ganado y humanos en países de la región, Honduras está tomando las medidas para prevenir el ingreso de la misma.
“En Honduras, a raíz de los casos que se están reportando en la región, la SAG a través de Senasa activó el protocolo que se tiene para estas enfermedades o plagas que pueden llegar al país, en ese sentido nos hemos venido preparando para ver cómo podemos poner una barrera de contención en la frontera con Nicaragua”, informó.
El experto reconoció que no es fácil aplicar los protocolos a lo largo de la frontera entre Honduras y Nicaragua, por lo que el ingreso de la enfermedad al país sería inminente.
Las autoridades disponen de un plan de prevención que incluye la implementación de cuarentena en puestos de ingreso, vigilancia epidemiológica en zonas de riesgo, educación masiva sanitaria, aumento de corrales de inspección y medidas de control de movimiento de animales.
De igual manera, se estarían desarrollando acciones de fumigaciones en aeropuertos y aviones, para evitar que la mosca transmisora se propague.
Las autoridades de la SAG están en contacto con la Secretaría de Salud para prevenir que la enfermedad afecte a los seres humanos.
¿Qué es?
El gusano barrenador es una enfermedad transmitida por las moscas Cochliomyia hominivorax (Coquerel), que depositan hasta 500 huevecillos en una herida fresca y abierta de cualquier animal de sangre caliente (mamíferos), convirtiéndose en larvas entre 12 a 24 horas.
Las larvas se alimentan del tejido vivo durante cuatro a ocho días, cayendo al suelo para transformarse en pupas, luego eclosionan entre siete a diez días, convirtiéndose en moscas y repitiendo el ciclo.
Entre los síntomas se incluyen la presencia de una protuberancia dolorosa en la piel que puede secretar líquido. A medida que la larva crece, puede ser visible bajo la piel y a menudo se puede sentir moviéndose. El tratamiento generalmente implica la extracción quirúrgica de la larva. De no ser tratada a tiempo, la enfermedad puede causar la muerte en las especies que la padecen