Terrorismo y narcotráfico marcan el mensaje del papa Francisco
El sumo pontífice insistió en que el mundo vive una ‘tercera guerra mundial por pedazos’
ROMA. Tras un año que estuvo marcado por los atentados terroristas desde Oriente Medio hasta Occidente, el papa Francisco dedicó su mensaje de Navidad a las personas que ahora sufren la pérdida de sus seres queridos en ataques como los de París, California y Beirut. También recordó a los niños reclutados por redes terroristas como el Estado Islámico (Isis) o los refugiados, que han sido desplazados de sus hogares por la violencia de este grupo yihadista a la vez que pidió aumentar los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo a la comunidad internacional y los políticos. En su tradicional mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), el Papa tampoco se olvidó de América Latina, y pidió “que la alegría de la Navidad ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz”, tras medio siglo de enfrentamiento armado. Francisco recordó a las víctimas del narcotráfico, al anunciar su viaje a México, adonde visitará varios estados acorralados por el tráfico de drogas. El jefe de la Iglesia Católica también condenó “los atroces actos terroristas” en Egipto, Beirut, París, Bamako y Túnez, y denunció unas “atrocidades” que “provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros”. El sumo pontífice aportó su apoyo a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que se esfuerzan por restablecer la paz en Siria. “Que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Uni- das logre cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria. Es igualmente urgente que el acuerdo sobre Libia sea apoyado”, manifestó.
Tercera guerra mundial. Frente a la violencia que enluta a Cisjordania, el Papa pidió a los palestinos e israelíes que reanuden un diálogo directo para superar un conflicto de “graves consecuencias” para Oriente Medio. Como ya viene siendo costumbre, Francisco insistió en que las sociedades occiden- tales abran las puertas a los migrantes y los refugiados. “Que sean recompensados con abundantes bendiciones todos aquellos que trabajan con generosidad para socorrer y acoger a los numerosos emigrantes y refugiados y les ayudan a integrarse”. “Habrá luces, habrá fiestas, árboles iluminados, también pesebres... ¡todo falsificado!: el mundo sigue haciendo la guerra”, denunció Francisco, quien considera que el mundo vive “una tercera guerra mundial a pedazos”.