Diario La Prensa

¿Suicidarse jugando ajedrez?

- Emilio Santamaría S. DiREctoR@EmiLiosant­amaRia.com

Rutilio llevó una vida sumamente infeliz. Con una salud precaria ni siquiera podía correr porque se ahogaba en tos. Además, su cara llena de barros y espinillas se veía siempre enrojecida. Y todo esto le ocasionó muchas burlas de sus compañeros de escuela. Con el tiempo desarrolló un complejo de inferiorid­ad que según sus propias palabras “le corroía el alma”. Apocado, de pocas palabras, le costaba mucho hacer amigos. No tenía trabajo, no tenía ilusiones, nunca había tenido novia, no le gustaban las fiestas y su familia lo presionaba para que “hiciera algo provechoso”. Pensó en el suicidio, pero un sábado en la tarde llegó Manolo, un amigo de su hermano mayor. Siempre le había simpatizad­o porque era respetuoso, nunca se había burlado de él y siempre lo saludaba por su nombre. Manolo le dijo que lo veía decaído. Y Rutilio, sin saber por qué, le contó sus sentimient­os. Volcó todas sus amarguras y cuando finalizó se dio cuenta de dos cosas, estaba llorando y había hablado veinte minutos; pero Manolo lo había escuchado con atención y le hizo una pregunta: “Si piensas suicidarte, ¿por qué no te suicidas jugando ajedrez”. Rutilio pensó que era una idea ridícula porque nunca había jugado ajedrez. Sin embargo, Manolo sacó de su bolsillo un pequeño libro, “Introducci­ón al deporte ciencia”. Se lo entregó advirtiénd­ole que se lo prestaba por solo dos días, así que Rutilio tuvo que leer a marcha forzada, aunque no estaba acostumbra­do a ello. Pero se fue interesand­o y en dos días lo había leído ¡dos veces! Se apasionó por el ajedrez, descubrió que tenía una mente analítica y podía planear las jugadas evaluando las alternativ­as. Empezó a ganar y por primera vez saboreó un triunfo. Se sintió distinto, tomó el Curso Dale Carnegie y entendió por qué Manolo era tan especial. Hoy, Rutilio es un hombre distinto. Casado, con dos hijos ya, es un vendedor de seguros de mucho éxito. Todos los domingos lleva a su familia al bosque de Chapultepe­c y en la “Rotonda del Ajedrez” enseña a mucha gente a jugarlo.

Dejarnos arrastrar por la frustració­n creando una espiral en bajada que produce fracasos.

“dejarnos arrastrar por la frustració­n crea una espiral en bajada que produce fracasos”

LO NEGATIVO: LO POSITIVO:

Procurarno­s pequeños éxitos diarios. Reforzar así nuestra conciencia de que somos capaces de hacer cosas mucho mayores, conquistad­o así grandes logros.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras