Los escollos políticos amenazan la venta de Opel a Peugeot
Los presidentes ejecutivos de General Motors Co. y Peugeot se movilizaron raudamente el miércoles para aplacar la resistencia política que se está formando en Alemania a la posible venta de Opel, la atribulada filial europea del gigante de Detroit, a su competidor francés.
Las empresas anunciaron el martes que están en conversaciones que podrían desembocar en la venta del negocio europeo de GM a Peugeot. Poco después quedó claro, sin embargo, que la oposición política a los despidos en un año de reñidas elecciones en Alemania y Francia sería uno de los principales obstáculos a un acuerdo.
Mary Barra, presidenta ejecutiva de GM, y el presidente de la empresa, Dan Ammann, viajaron a Alemania para reunirse con el equipo de gestión y representantes del sindicato de Opel en su sede en Rüsselsheim, en lo que parece ser el primer encuentro sobre la venta entre la ejecutiva y altos gerentes de Opel.
En París, mientras tanto, el presidente ejecutivo de Peugeot, Carlos Tavares, contactó a la canciller alemana, Angela Merkel, para que respaldara el pacto, indicó la empresa. Un portavoz de Merkel dijo que el gobierno no había recibido una solicitud de Tavares para una reunión, pero resaltó que Alemania desempeñaría un papel activo en una posible venta de Opel.
La importancia de la filial europea ha disminuido al interior de GM en los últimos años conforme la caída de los precios del combustible ha reducido la demanda de sedanes y favorecido a los todoterrenos. Incluso en Europa, donde modelos como el Golf, de Volkswagen AG, o el Mondeo, de Ford Motor Co., han estado entre los más vendidos desde hace tiempo, las automotrices han inundado el mercado con todoterrenos para satisfacer los cambios en los gustos de los consumidores.
Aunque ciertos modelos, como el Opel Astra y el Chevrolet Malibu, se han vendido relativamente bien, los ejecutivos de GM sañaron el mes pasado que la venta de más sedanes perjudica sus márgenes en regiones clave y que la empresa está disminuyendo la producción de ciertos autos.
Las negociaciones de cara a la venta de Opel “podrían indicar que GM se replegará aún más” de los autos, un mercado aquejado “por la reducción de la demanda y el exceso de capacidad”, escribió Joseph Spak, analista de RBC Capital Markets, en una nota de investigación.
La venta de Opel también abre viejas heridas para Merkel, quien en 2009 hizo todo lo que estuvo de su parte para que la planificada venta de Opel a la canadiense Magna International Inc. no condujera a despidos masivos en Alemania. Sin embargo, dos meses después de firmar el acuerdo, GM cambió de parecer y se retiró de la operación.
Merkel está inmersa en una ardua campaña para ser reelecta. Sus generosas políticas de inmigración han apuntalado al partido anti Alternativa para Alemania, que está subiendo en las encuestas. Además, por primera vez en años, el Partido Socialdemócrata está por encima de los conservadores de Merkel en los sondeos. Ambos partidos son miembros de la coalición gobernante que encabeza la canciller.
“Nuestra máxima prioridad es asegurar las tres plantas de Opel en Alemania”, dijo la ministra de Trabajo, Andrea Nahles, una política socialdemócrata.
Opel es una de las automotrices más antiguas de Alemania. La empresa empezó a fabricar máquinas de coser en 1862 y automóviles en 1899. GM la compró en medio de la crisis de 1929.
Actualmente, Opel y Vauxhall —la filial británica de GM— operan 10 fábricas en Europa. La empresa emplea a unas 38.000 personas, 19.000 de ellas en Alemania.
Aunque el temor a los despidos puede desatar protestas, no es claro si Alemania tiene el poder de bloquear un acuerdo. En la venta de 2009 a la canadiense Magna, Berlín otorgó subsidios para aliviar los costos de la reestructuración, con lo que consiguió una voz en las negociaciones.
George Galliers, analista de Evercore ISI, dice que tal vez Peugeot no contemple grandes despidos, al menos en un inicio. Agrega que Tavares puede conseguir ahorros importantes al combinar operaciones de investigación y desarrollo y otros gastos de capital, lo que le permitiría eludir reducciones de personal en un año electoral. “La reestructuración es probablemente un historia de más largo plazo”, manifiesta.
Opel ha arrojado pérdidas desde finales de los años 90. Las pérdidas generadas desde 2009, cuando GM optó finalmente por quedarse con sus operaciones europeas, rondan los US$8.000 millones.
En 2009, cuando la automotriz acababa de recibir un salvavidas del gobierno estadounidense y de salir de la protección de la ley de bancarrota, necesitaba mejorar un portafolio de marcas que estaba por detrás del de Toyota Motor Corp., Honda Motor Co. y otros rivales.
El alza de los precios de la gasolina a mediados de 2008 congeló las ventas de los todoterrenos y las camionetas, que son el sustento de los fabricantes estadounidenses, y los condujo a la insolvencia. Las empresas necesitaban vehículos que ofrecieran un mejor ahorro de combustible.
En los últimos años, no obstante, el descenso del petróleo ha revertido la situación, obligando a GM y otros fabricantes a recortar la producción y ofrecer descuentos. La menguante importancia de los vehículos pequeños y los motores diésel en otras partes del mundo ha significado que una mejor línea de modelos no ha brindado los frutos previstos por GM hace algunos años.
El año pasado, por ejemplo, la automotriz lanzó nuevas versiones de su compacto Chevrolet Cruze y de su sedán Malibu. Los modelos tuvieron una buena acogida entre los críticos y las ventas subieron, pero los márgenes de ganancia de GM en América del Norte disminuyeron frente al año previo, cuando los camiones y los todoterrenos representaron una mayor parte de las ventas.
GM, en todo caso, no se ha dado por vencido con los autos pequeños y cuenta con un equipo de desarrollo de modelos pequeños en su centro de ingeniería en Corea del Sur, que le compró a Daewoo Motor a inicios de la década de 2000. La empresa también se está expandiendo en China, donde en 2015 empezó a desarrollar una plataforma global de autos pequeños con SAIC Motor Corp., su mayor socio en una empresa conjunta en China.