La Ceiba pierde donación de represa que iba a ser construida por Japón
Si el proyecto se hubiera construido, se ponía fin al problema de falta de agua en la ciudad
LA CEIBA. La férrea oposición de los habitantes de las comunidades de Sambo Creek, Corinto y Cuyamel evitó que se construyera la represa en el río Cuyamel, la cual iba a ser hecha con fondos donados por el Gobierno de Japón, a un costo aproximado de 27 millones de dólares. Si el proyecto se hubiera materializado, garantizaba el servicio eficaz de agua potable para los próximos 25 años en La Ceiba. Los beneficiados serían más de 20,000 abonados que tiene el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa) en esta ciudad. “No hemos recibido la confirmación por escrito, pero Japón ya cerró las ayudas para el proyecto en esta zona. La obra sería imposible ejecutarla con los fondos que estaban donando ellos. Es triste porque era un proyecto de mucha visión que garantizaba un servicio adecuado para La Ceiba”, manifestó Allan Espinal, subgerente regional del Sanaa. Los vecinos del sector adonde se pretendía construir la represa argumentaron que con la edificación el río se secaría y afectaría el ambiente. Además se quejaron porque no socializaron el proyecto con los patronatos de la zona; sin embargo, el funcionario Espinal aseguró que en varias ocasiones se les presentó el proyecto en reuniones con los habitantes. “Hay pruebas, ya que muchos medios de comunicación las cubrieron. Se les dijo que Japón ya había hecho los estudios y que no afectaba su convivencia, ya que la captación de agua iba a ser mínima; sin embargo, no quiero pensar que fue oposición política”, apuntó el funcionario. Los opositores llevaron su protesta frente a la Embajada de Japón en Tegucigalpa, también en las afueras de la Fiscalía del Ministerio Público y Derechos Humanos para impedir que se construyera la represa. “Nos oponemos porque ese proyecto nos va a afectar el medio ambiente y una pequeña represa que tiene la comunidad en el río, de la cual nos abastecemos de agua potable. No nos dejará nada solo daños”, manifestó Omar Suazo, presidente del patronato de la comunidad garífuna de Sambo. La obra iba a generar 660 litros por segundo. Estaba previsto construir una cortina, no una gran represa como manifiestan ellos. Junto a la represa se pretendía construir una minihidroeléctrica, la cual generaría unos cinco megavatios de energía, que servirían exclusivamente para la demanda del proyecto, añadió Espinal. Los representantes de Jica dieron hasta diciembre pasado para que las autoridades municipales solucionaran las diferencias con los vecinos, pero al ver que no hubo respuesta retiraron la ayuda. La Ceiba sufre su peor crisis de agua potable en la actualidad. Las cuatro pequeñas represas sobre los ríos Danto y Bonito, además de los seis pozos que se tienen, no producen lo necesario para suplir la demanda de los abonados.
“es triste que el proyecto se haya perdido, ya que era la solución a la falta de agua”