Preocupa caída en el envío de remesas desde EUA
En la mayoría de hogares hondureños, y de países como Guatemala y El Salvador, los envíos de remesas no fallan y muchos las invierten en consumo
TEGUCIGALPA. En Centroamérica, en especial en el Triángulo Norte, compuesto por El Salvador, Honduras y Guatemala, el peso de las remesas en la economía es importante y una caída en los ingresos de divisas por ese sector impactaría negativamente. “Un 90% de las remesas va para consumo, y una disminución del consumo impactaría en los ingresos fiscales”, comentó el coordinador del no gubernamental Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Mauricio Díaz. Los tres países son una de las mayores fuentes de migrantes a Estados Unidos, adonde viajan en un trayecto lleno de peligros huyendo de la pobreza y la violencia en sus comunidades. Las remesas familiares en Honduras pasaron de 3,730 millones de dólares en 2015 a 3,949 en 2016; mientras que en El Salvador crecieron de 4,270 a 4,576 millones de dólares en el mismo período, según cifras oficiales, y equivalen a alrededor de 16% del producto interno bruto. Guatemala es el país que recibe mayores ingresos por remesas: 6,284 millones de dólares en 2015 y 7,160 en 2016, un monto cercano al total de exportaciones del país, de 10,000 millones anuales. En una visita a Guatemala en febrero pasado, el secretario de
Seguridad Interior de Estados Unidos, John Kelly, negó que vaya a haber deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados. No obstante, el departamento a cargo de Kelly publicó ese mismo mes dos circulares internas con lineamientos para reforzar la captura y la deportación más rápida de los indocumentados. Cifras oficiales indican que en 2016 fueron deportados desde Estados Unidos 21,340 salvadoreños, 21,500 hondureños y 35,465 guatemaltecos.