Francis Banegas
Trabajó por más de siete años en una institución financiera, hasta que tuvo que trasladarse de Tegucigalpa a San Pedro Su la por una oportunidad laboral para su esposo. Era ama de casa y se capacitaba en belleza cuando en uno de sus viajes a Colombia, Francis B anegas( de 41 años) probó las obleas, un postre callejero que se vende cada dos cuadras en ese país. Este bocado es la unión de dos delgadas galletas que se elaboran con una máquina a presión que pueden ser rellenadas con diferentes mermeladas y jaleas. “Pensé en traer algo distinto a Honduras y compré una máquina para hacer las galletas y comenzar a vender las obleas. También preparo las mermeladas. Combino sabores, todo es parte de la creatividad ”. Gracias a la enseñanza de su madre, Banegas elabora distintos sabores de mermeladas que ofrece a decenas de clientes que llegan a comprar su producto todos los sábados en Expocentro. Su ayudante es su hija de 10 años, a quien parece gustarle ser emprendedora igual que su madre. “Vendo obleas desde hace tres meses y gracias a Dios me ha ido superbien. Tengo tres personas que me ayudan con los eventos en donde prestamos nuestros servicios ”, dijo. La madre de dos hijos cuenta que el trabajo de cocina es bastante absorbente, pero sabe combinarlo con sus quehaceres de ama de casa, sin descuidar ninguno de ellos .“Para emprender todo está en uno. Solo es tener una actitud positiva. Nada es fácil, pero con la ayuda de Dios todo es posible”, enfatizó. El sueño de B anegases tener un punto de venta de obleas en todo el país.