Muéstrame tus caminos

Una pareja de jóvenes cristianos lloraban desconsolados en el templo. Su primera y única hija fue arrebatada por la muerte aún sin cumplir el primer año. Transcurridos dos meses, una bella mañana de domingo y lágrimas, tocaron la puerta, la señora aseadora de la oficina -donde trabajaba la joven Beliz- rogó le cuidaran al bebé de su sobrina, solo unas horas. La magia del ángel, suspendió las lágrimas y la pareja disfrutó el día cuidando al niño y orando los versículos 4 y 5 del salmo 25---oración que nos mantiene vivos. Según millones, las oraciones diarias del rey David. “Señor muéstrame tus caminos. guíame por tus senderos, guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y mi salvador. ¡En ti confío a todas horas!” La sobrina nunca llegó, se había fugado hacia otro estado con un novio reciente (era la hija de la señora). Lo cierto es que la pareja de universitarios John y Beliz se convirtieron en cuidadores permanentes del niño y... transcurrieron 30 años. El cirujano Daniel, su joven esposa y dos niños, viven en una bellísima casa contigua a la de John y Beliz. Un día especial, previo a una fiesta de cumpleaños se reunieron Daniel, John y Beliz: -Queremos hablarte querido hijo… Daniel: Conozco toda la historia queridos y benditos padres, sé quien es mi madre biológica y la ayudo, mas ustedes son mis verdaderos padres y, ni siquiera un día me apartaré. Ustedes me graduaron de médico y me enseñaron la oración diaria del rey David, con la cual vivo cada día de mi vida.

MAX BALARIN