No tengo miedo
L a masiva participación en “la fiesta del partido” dejó en evidencia que los liberales se colocan en la punta de la ola y están listos para el ejercicio democrático el próximo noviembre con bandera en alto después de unos años en los que han ido sanando heridas con la dedicación, paciencia y visión de dirigentes y base que aceptan, una vez más, el desafío de gobernar el país con sólido y unificado partido de “las milicias eternamente jóvenes”. Ante las fracciones en los que diz partidos jóvenes o, mejor, incipientes, la muestra dada por los liberales el fin de semana es una evidencia más de que hay arraigo en los partidos tradicionales, hay fortaleza interna capaz de superar las diferencias en la definición y búsqueda de metas que, a juzgar por las declaraciones del líder con cuyo nombre fue bautizada la convención, Jorge Bueso Arias, no han cambiado en esta etapa moderna de la democracia hondureña. “Pobreza, ignorancia, falta de salud y corrupción son nuestros enemigos”. A ello, como mensaje directo y claro, añadió, “el primer deber de todo liberal, luchar por la libertad de todas las personas, no importa su credo político, religioso o raza”. La integración del nuevo Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), la aprobación del mandato de los convencionales y las promesas del candidato presidencial llenaron la agenda partidista y marcaron también temas de ámbito nacional que, sin duda, habrá de ampliarse en la campaña para la cual se hallan preparados autoridades, dirigentes regionales y locales; pero falta la última palabra, aunque en la penúltima el mensaje ha sido claro: “Estoy dispuesto a liderar la alianza por Honduras, unámonos”. Ya ha habido reacciones que deberán ser valoradas en su origen no sea que, al final, resulte un juego y aprovechamiento de medios. El candidato Luis Zelaya fue tajante. Su escasa experiencia en el área política le abona por la novedad, respaldada en su profesión en la docencia y administración a nivel superior. “Yo no tengo miedo; investíguenme todo lo que quieran... Solo les pido una cosa, no me dejen solo... Hago un llamado a todos los hondureños a que soñemos juntos con un país próspero, solidario, seguro y humano”. Se aproximan meses más difíciles para la mayoría, pues el enrarecimiento del ambiente con la retórica y la demagogia electoral nublarán el horizonte, pero, una vez más, los hondureños soñaremos antes de ir a las urnas por lo mejor o el mal menor. Los liberales tienen claro: “Vamos a recuperar el país, recuperaremos las instituciones”.