Ocaso en el clan Windsor
EL PESAR POCO A POCO, LA REINA ISABEL Y EL DUQUE FELIPE, SU ESPOSO, SE VAN ALEJANDO DE UNA VIDA DE OCUPACIONES
SAN PEDRO SULA. La reina Isabel recién ha cumplido 91 años y su esposo, el duque Felipe de Edimburgo cumplirá 96 en junio. Edades récord para la pareja real más importante de Inglaterra. Aunque gozan de aparente buena salud, ahora más que nunca se están ausentando de la vida pública, dejándole el protagonismo real a sus hijos y principalmente sus nietos William y Harry. Muchos sitios en Europa, principalmente en Inglaterra, han comenzado a publicar el itinerario luctuoso si Isabel y Felipe fallecieran en un futuro cercano. ¿Se oculta algo? ¿Porqué esas noticias en torno a la monarquía? El jueves anterior, Europa entera estaba en vilo por una convocatoria de emergencia en el palacio de Buckingham justo en la madrugada. Las redes sociales estallaron en rumores y los más atrevidos dijeron que se trataba de un fallecimiento real. A las 11:00 am, la casa real despejaba la incertidumbre: el duque Felipe le dice adiós a la vida pública por su avanzada edad.
Padecimientos. En el pasado, el duque de Edimburgo sufrió problemas de corazón que no le impidieron mantener un intenso programa de actividades. Buckingham no ofreció nuevos detalles sobre su salud. La monarca, al contrario, parece ser de hierro. Solo los resfriados la someten al reposo obligado, más no ninguna otra dolencia de gravedad. De hecho, la gripe leimpidióasistiralascelebraciones reales por la Navidad 2016, pero días después apareció como si nada. Si Isabel falleciera, su secretario personal, sir Christopher Geidt, controlará la información que va a manejar la prensa durante las primeras horas de su muerte y, previamente, comunicarle la mala noticia al gobierno británico y a su primer actual dirigente, Theresa May. La transmisión será cifrada y en secretividad.