caen25 mareras extorsionadoras de la zona norte
Entre las nuevas mareras capturadas en 2017 hay extorsionadoras y sicarias Una de estas mujeres se encargaba de contactar a los miembros de la 18 para que mataran choferes
En los primeros cinco meses de 2017, la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) capturó a 25 mareras que extorsionaban y coordinaban crímenes en San Pedro Sula y municipios aledaños. De esta manera, esa agencia policial desarticuló los canales de financiamiento de varias clicas de las maras Varrio 18 y MS-13. Estas mujeres ahora se encuentran recluidas en el presidio de San Pedro Sula y serán trasladadas a otras cárceles que considerará el Instituto Nacional Penitenciario (INP) mientras llega el día del juicio oral y público. Entre ese grupo de capturadas se encuentra Dulce María Barahona Raudales (de 20 años), detenida el 15 de mayo en la residencial Los Álamos junto con Elmer Maldonado Chévez (24), alias el Flaco, y Raúl Enrique Enamorado Lara (23), alias Soldier. A esta célula de la 18, en la cual participaba Raudales, le incautaron dos fusiles automáticos, una mini Uzi, un fusil Galil, una pistola 9 milímetros, seis celulares, proyectiles de diversos calibres, marihuana y 26,000 lempiras obtenidos de la extorsión, según aseguró la Policía. La presunta clica de Raudales (originaria de Tegucigalpa) estaba conectada con otra desarticulada por la FNA días antes en la colonia Las Mesetas y la cual poseía un poderoso arsenal. El 10 de mayo, la FNA capturó en la colonia Las Mesetas, de clase media y alta, a Yordi Antonio Ramírez, Wilfredo Barahona, alias Baby Travieso; a Cristhian Rodolfo Mejía, alias Enano; a Darwin David Andrade González, alias el Trigueño; a Xiomara Elizabeth Mancía Romero, y dos menores de edad. Esta clica poseía cinco fusiles de guerra, notas militares, chalecos antibales, teléfonos celulares y una camioneta, indicó la Policía. En un intento de despistar a las autoridades y evitar sospechas de los ciudadanos, estas dos clicas, que involucran a 10 personas, dos mujeres comenzaron a vivir en esas dos viviendas que pagaban con dinero procedente de la extorsión. Xiomara Elizabeth Mancía Romero, específicamente, no residía en San Pedro Sula. Ella es originaria y vivía en Tegucigalpa. En esos días había llegado a esta ciudad a visitar a uno de los miembros de la clica con quien tiene una relación marital. Mancía Romero, de 45 años, estaba radicada en la colonia Las Merecedes de la capital, donde tenía un trabajo de fachada. Se dedicaba a labores de corte y confección con el objeto de no ser vinculada a la mara 18, a la cual ha pertenecido. Esta mujer, recluida en el presidio de San Pedro Sula, ahora es acusada por asociación ilícita, extorsión y portación ilegal de armas.
Coordinadora. Un mes antes, los agentes de la FNA lograron asestarle otro golpe a la mara 18 al capturar a María Isabel Henríquez Hernández, conocida en esa organización como la China. La China, una mujer de 34 años y de aspecto inofensivo, era un miembro clave de Varrio 18 en Choloma. Era la responsable de coordinar actividades de sicariato en ese municipio, de acuerdo con la acusación de la Policía. Henríquez Hernández, originaria de Qui- mistán, Santa Bárbara, y residente en San Francisco, sector de El Kilómetro, Choloma, se dedicaba a actividades domésticas y al mismo tiempo recibía órdenes de cabecillas y contactaba a integrantes de la mara para que ejecutaran crímenes contra personas que rehusaban pagar la extorsión; entre ellas, a choferes de buses de rutas interurbanas.
Confusión. Leandro Flores, jefe de la FNA en San Pedro Sula, le dijo a LA PRENSA que actualmente la mara 18 está atravesando una crisis por falta de dirección tras el traslado de reos a El Pozo, lo que está llevando al resquebrajamiento de la estructura. “En este momento, por el traslado de los privados de libertad, hay una confusión en las dos maras que las está llevando a una sublevación. Los miembros de las dos maras necesitan dinero para comprar drogas y se están apropiando del dinero. Eso está generando una violencia interna que afecta también a las mujeres integrantes”, dijo. Esa entidad policial posee testimonios grabados de sujetos de las dos maras que han revelado que están enfrentando problemas internos porque “algunos miembros toman atribuciones que son penadas por las mismas organizaciones”. “La participación de las mujeres en la extorsión ha disminuido enormemente. Particularmente, la pandilla 18 utilizaba a menores para que fueran a cobrar la extorsión por la ventaja legal que tienen. Ellos no comenten delitos, sino que extorsiones”, comentó. “La MS-13 también ha utilizado a menores de edad”, explicó. Actualmente, las autoridades policiales buscan a una marera sicaria, cuyo alias es la Traviesa, por el delito de asociación ilícita, portación ilegal de armas, asesinato y extorsión. Esta mujer, que ya estuvo recluida en el presidio de San Pedro Sula, es vinculada con el asesinato de un chofer de un taxi en el bulevar del este de San Pedro Sula. Las autoridades tienen identificada físicamente a la mujer y conocen el nombre, pero no lo revelan por razones de investigación.