Los crecientes tentáculos del mal
EstamosEnun momEntodEcisivo dElahistoria ynEcEsitamos Eliminarlos tEntáculosdEl mal
El primer tentáculo del monstruo devorador infernal. Nos invade como sombra maligna que se extiende en todos los niveles una apatía, un fatalismo y una pe reza o desidia a todo loquees renovación, rescate, recuperación y salvación de nuestro pueblo .“Que no hay nada que hacer. Que está gente está muy dañada. Que vamos hacia un despeñadero ynonossalvanadie”. Estaactitudy comportamiento nos hace muy vulnerables y adelanta derrotasen todo loquees el movimiento ascendente donde Cristo recapitula todo y lo presenta al Padre .“Para qué luchar, sino vamos a solucionar nada ”. La des gana y el no querer involucrarme en la lucha por mejorar las cosas noshacemuchodaño. Añadamos a esto la falta de confianza y aún de valores en nosotros mismos. El segundo sería la presencia maligna, destructiva y corrupta del narcotráfi coy sus negocios a fines. El dinero fácil yen grandes cantidades seduce a cualquiera que no tenga valores y principios seguros. El reguero de sangre que deja por su paso el negocio de drogas es tan grande, con miles y miles de víctimas que dejan loshogaresdeluto. Laextensiónde este cáncer contagia a mucha gente que está en diferentes instancias de la vida pública y privada del país. El tercer tentáculo es la influencia del primer mundo en su degradación tocando las puertas del país vertiendo toda la basura tóxica de una mentalidad consumista, materia lista y hedonista. Por ejemplo, ahora nos quieren hacer creer que la homosexualidad es normal con su matrimonio entre ellos; que los niños y cualquiera puede cambiar de sexo, porque este depende de cómounosesienta, sinimportarla partebiológica. ¿Cómoircontrala naturaleza ?¿ Cómo negar lea Dios el derecho absoluto de disponer para cadaserhumano, criaturasdeél, los rasgos más propios de su personalidad, entre ellos su sexo, yqueson hijosdeDios? El cuarto tentáculo: la injusticia social con toda su gama nefasta de corrupción, elitismo, protección delosfacinerosos, marginacióny exclusión, pueblos hambrientos por la falta de empleo y de educación, contribuye a hacer más triste elpanorama. Elquinto; Lafaltade evangelización para que nuestro pueblo conozca a Dios y viva según Cristo, hace más vulnerable a nuestragente. Tremendopecado de o misión tenemos los que hemos sido encomendados a predicar y lo hemos hecho a medias. El sexto tentáculo: El consumo de drogas y licor que está dañando cada vez más a los jóvenes, crea un clima de zozobra y debilidad en nuestra sociedad. El séptimo: Lafaltadefamilia, conel drama de tantas madres solteras, hombres ir responsables y niños sin formación integral que debería recibirse en casa, socava los cimientos de la comunidad nacional. Por eso, el camino tan vital para poder ir combatiendo a este monstruo de tantos tentáculos es tomar conciencia de que este no es el mundo que Dios quiso que fuera. Que todo lo creado está para ala bar lagloriadeÉl, pero, yesteseríael octavotentáculo, conlaterrible de forestación, la contaminación de ríos y mares, el cambio climático tan impactante, el globo terráqueo corre la suerte de ir paulatinamente destruyéndose, añadiendo, además, el gran peligro de una guerra nuclear que acabaría de raíz con la existencia humana. Tomar conciencia de que tantas muertes por asesinato, el hambre que golpea a tantos hogares, los vicios más aniquiladores, el desenfreno moral tan escandaloso, el no encontrarle sentido ala vida de tanta gente, todo esto nos habla de un inminente desastre de toda una civilización que se aniquilará por el propio veneno que está produciendo. Todas las fuerzas vivas de la sociedad deberíamos tomar conciencia de que estamos en un momento decisivo en la historia de la humanidad, y que la norma debería ser, organizar nos cada cual en su realidad, para entre todos enfrentar nos con acciones concretas y con soporte de estrategias y planes acorto, mediano y largo plazo para ir eliminando estos tentáculos del mal. Ynosotros, comoIglesia, yaquícada cristiano debe tomar conciencia de sumisión, debemos enfrentar nos con el poder de Dios, con el evangelio enlama no, con la predicación constante, hecha a tiempo ya destiempo, con el poder de la oración y lossacramentos, ydeacuerdocon el carisma de cada congregación religiosa, movimientos de Iglesia, pequeñas comunidad es eclesiales, grupos juvenil es, asociaciones y grupos de oración, enelmarcodelas parroquias y diócesis, a este monstruo tan destructivo y devastador. Ciertamente parece una labor imposibledehacer, peroconfiando en el poder de Dios vence remos, porque con El somos invencibles.