Michel Temer dice ser víctima de una “herejía jurídica”
El mandatario es acusado de recibir un soborno de 500,000 reales (unos $150,000) del gigante de la carne JBS
BRASILIA. El presidente brasileño Michel Temer subió de nuevo el tono ayer al defenderse de las acusaciones de corrupción en su contra, diciendo que se considera víctima de una “herejía jurídica”. “Me defiendo de la acusación que es una verdadera herejía jurídica, un atentado al Estado democrático de derecho. Que sea la primera y la última denuncia en esta configuración arbitraria”, dijo Temer, en un artículo publicado ayer en el diario Folha de S. Paulo, cuando el mandatario viajó a la cumbre del G20 en Hamburgo. En la mañana, Temer repitió que se cometía un “crimen contra el Estado democrático de derecho” durante un discurso en el Palacio presi- El presidente brasileño Michel Temer no se ha podido librar de las acusaciones de corrupción.
dencial del Planalto. Según él, las acusaciones en su contra pasan “por la cabeza de quienesenrealidad, creenqueson autoridades iluminadas por una centella divina”. Acusado por el fiscal general, Rodrigo Janot, por corrupción pasiva, el mandatario conservador también es blanco de una investigación por obstrucción a
la justicia y participación en una organización criminal. El miércoles, sus abogados entregaron a la Comisión de Constitución y Justicia del Senado un documento de casi 100 páginas conteniendo los argumentos de su defensa. Es el primer presidente en ejercicio acusado de corrupción. Un hombre abrió fuego ayer con un fusil en una funeraria de la localidad de Gavá, en Barcelona, e hirió al menos a dos personas antes de huir en un automóvil, informó la prensa española. La Policía dijo que todas las hipótesis de investigación están abiertas y que el sujeto disparó con un fusil AK-47, de fabricación rusa, también conocida como Kalashnikov, antes de escapar. Un grupo de políticos y juristas que integran una comisión anticorrupción en Ecuador presentaron ayer a la Fiscalía un pedido de investigación al vicepresidente Jorge Glas, a un exministro y otros cinco exfuncionarios públicos a los que se les acusa de haber recibido coimas por 3.33 millones de dólares en sobornos. Se le relaciona además con Odebrecht.