Diario La Prensa

Texas, EUA: matanza en iglesia fue por venganza familiar

Hay 12 niños entre las víctimas Un vaquero, el héroe al frenar al asesino, foto

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SAN ANTONIO. En medio del dolor y luto de los tejanos, las autoridade­s comienzan a descifrar los motivos que llevaron a un exmilitar estadounid­ense a cometer la peor matanza ocurrida en ese estado en una iglesia de Sutherland Springs. Devin Patrick Kelley, quien mató a tiros a 26 feligreses, habría actuado motivado por problemas familiares, informaron las autoridade­s, a la vez que el acceso a las armas de fuego en Estados Unidos vuelve a estar sobre la mesa. La masacre del domingo, ocurrida solo cinco semanas después del tiroteo más mortífero perpetrado en Estados Unidos, se produjo cuando Kelley (de 26 años), vestido de negro y con chaleco antibalas, abrió fuego con un rifle de asalto contra los feligreses en una iglesia bautista, dejando además una veintena de heridos. Freeman Martin, del Departamen­to de Seguridad Pública de Texas, informó que “había un diferendo en esa familia”, el atacante había enviado “mensajes amenazador­es” a su suegra, que frecuentab­a la iglesia adonde ocurrió el ataque. Según el funcionari­o, el ataque “no tuvo una motivación racial, y tampoco estuvo relacionad­o con creencias religiosas ni afiliacion­es terrorista­s. Había un problema doméstico con sus familiares políticos”. Sin embargo, la suegra de Kelley no se encontraba en el templo cuando ocurrió el ataque.

Víctimas. Entre los muertos está la hija de 14 años del pastor Frank Pomeroy. “Annabelle Renee Pomeroy era una muy hermosa y especial niña”, aseguró su padre, quien estaba ausente en el momento de la masacre y volvía por carretera a Texas. La tragedia se cebó especialme­nte con la familia Holcombe, residente en Sutherland Springs, que perdió a ocho de sus integrante­s de tres generacion­es distintas, que como cada domingo habían ido al oficio religioso de una de las iglesias del pueblo. De hecho, Bryan Holcombe (de 60 años), uno de los integrante­s de la familia, era hasta este domingo pastor asociado de la parroquia y se disponía a subir al púlpito para dirigirse a la congregaci­ón cuando Kelley empezó a disparar, según han explicado sus padres a los medios locales después de confirmar su muerte. Junto a Bryan fue asesinada la que fue su esposa durante cuatro décadas, Karla (de 58), y Marc Daniel (de 36), uno de los hijos del matrimonio. La pequeña Noah (de un año) e hija de Marc Daniel también se encuentra en la lista de muertos. John, otro hijo de Bryan y Karla, sobrevivió al ataque, una suerte que no corrió su mujer embarazada de ocho meses, Crystal, y tres de sus cinco hijos. El homicida también acabó con la vida de la abuela de su segunda mujer, Lula White

Tributo El vicepresid­ente de EUA visitará mañana la comunidad adonde ocurrió uno de los peores tiroteos de la historia de EUA.

(de 71), una devota de la parroquia bautista. El rango de edad de las personas occisas, que va desde los 17 meses hasta los 77 años, según varios reportes, hace evidente que el asaltante trató de hacer el mayor daño posible sin tener piedad de ninguno de los asistentes al culto que en esos momentos se oficiaba en el templo. “La tragedia se profundiza por el hecho de haber ocurrido en una iglesia, un lugar de adoración, donde estas personas fueron baleadas”, dij el gobernador de Texas, Greg Abbott, advirtiend­o que la cantidad de perecidos podría aumentar.

Armas de fuego. En la noche del domingo hubo una vigilia en honor a las víctimas. “Tenemos roto el corazón. Nos congregamo­s, unimos nuestras fuerzas (...) A través de las lágrimas y nuestra tristeza permanecem­os fuertes”, expresó el presidente Donald Trump, quien se encuentra de gira por Asia. El mandatario ordenó que las banderas ondeen a media asta en la Casa Blanca y edificios federales; calificó al tiroteo de “espantoso” y “acto de maldad”, pero volvió a descartar que el acceso a las armas sea el causante, pese al arsenal hallado en el auto del atacante, que fue procesado por expertos en explosivos. “Tenemos un montón de problemas de salud mental en nuestro país, pero no es una situación imputable a las armas”, declaró en Tokio. Insistió en que “es un poco pronto para abordar el tema”, al ser consultado por los pedidos de que aumente el control de armas en el país. Como en tantos otros tiroteos, los demócratas aprovechar­on para renovar los llamados a controlar el acceso a las armas de fuego, un tema candente en un país que considera casi sagrado el derecho a portar armas. Denunciand­o un “acto de odio”, el expresiden­te Barack Obama declaró: “Que Dios nos conceda a todos la sabiduría de preguntarn­os qué medidas concretas podemos tomar para reducir la violencia y las armas entre nosotros”. Esta nueva masacre ocurre a un mes del tiroteo en Las Vegas, cuando un hombre abrió fuego desde una habitación de hotel contra una multitud que asistía a un concierto, dejando 58 muertos y casi 550 heridos, el más mortífero en la historia reciente del país.

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VÍCTIMAS.
 ?? Afp ?? Familiares y amistades de los caídos en la peor matanza en Texas realizaron una vigilia en su memoria. El pastor de la iglesia atacada, Frank Pomeroy, perdió a su hija de 14 años en tiroteo.
Afp Familiares y amistades de los caídos en la peor matanza en Texas realizaron una vigilia en su memoria. El pastor de la iglesia atacada, Frank Pomeroy, perdió a su hija de 14 años en tiroteo.
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