Razón y no emoción
L ah ondureñidadh asido convocada para que masiva mente asista alas urnas este próximo domingo para elegir alas nuevas autoridades que habrán de gobernar en el siguiente período2018-2022. En nuestra corta cosmovisión política y poca formación cultural hemos creído que la clase gobernante es lo más importante en un sistema democrático, sinembargo, debemos razonar y admitir que es el ciudadano quien ostenta el cargo de mayor relevancia en un Estado de derecho. La decisión del ciudadano es vital para asegurar lo que bien llamara Ro us sea u en su contrato social “la madurez social y política de un Estado”. Comorepública democrática es tiempo que dejemos atrás los viejos paradigmas que amparados en una in completa visión del mundo social facilita la aparición de la demagogia que como flecha tras pasa los sueños y anhelos delasociedad. La adolescencia ya quedó atrás, son ya casi 36 años de haber regresado ala era democrática en la historia contemporánea denuestropaís, peroalparecer la ansiada madurez política se retrasa y con ellos e obstruye que gobernantes íntegros y respetuosos de la Constitución y del Estado de derecho lleguen al poder de la nación. Debemos elegir con la razón y no con la emoción, porejemplo, lalínea continua es una afrenta ala presunción de inteligencia del pueblo, que tiene el derecho y la capacidad de elegir libremente y sin sectarismos partidarios a los ciudadanos que en comendará la magnánima función de la creación de las leyes. Ejerza el sufragio con la razón, tenga el discernimiento correcto para saber quitarse las gafas del sesgo político y abrir sea nuevos horizontes donde se elija a gobernantes que entiendan que ellos son los primeros subordinado sala ley y no los grandes violenta dores de la norma. BernardM. Baruchen una ocasión escribió :“Vota a aquel que pro meta menos, será el que menos te decepcione ”. En estos últimos días previos ala elección indague acerca de todos los candidatos para elegir alosmejores. Parahacerlo despidamos ala emoción y despertemos ala razón.